LHASA, 8 sep (Xinhua) -- La resolución de China de terminar con las fuerzas separatistas subraya la adhesión a la ley en la gestión de los asuntos religiosos del Tíbet, coincidiendo con la celebración del 50º aniversario del establecimiento de la región autónoma del Tíbet.
"El Tíbet ha entrado en una nueva etapa de estabilidad sostenida después de que la gente de todos los grupos étnicos combatiera conjuntamente el separatismo, frustrando con éxito los intentos de sabotaje del grupo del XIV Dalai Lama y las fuerzas internacionales hostiles", afirmó hoy martes el máximo asesor político chino, Yu Zhengsheng, ante altos funcionarios y miles de tibetanos reunidos ante el Palacio Potala, en Lhasa.
A fin de gobernar el país con éxito, hay que administrar bien las zonas fronterizas, enfatizó,
La estabilidad en el Tíbet depende de la administración de dichas zonas, dijo Yu, presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino,
El Tíbet juega un rol importante en la salvaguarda de la seguridad nacional, destacó Yu y afirmó que se ajusta a los intereses de todo el pueblo tibetano mantener la unidad nacional y la solidaridad étnica.
Yu prometió "intensificar la lucha contra el separatismo" y oponerse a cualquier tipo de actividad separatista.
Un día antes de la celebración, Yu pidió a todos los miembros del Ejército, de la policía y de los órganos judiciales en el Tíbet que se preparen para una prolongada batalla contra la camarilla del XVI Dalai Lama. Además, instó a mejorar "la gobernación del Tíbet de acuerdo con la ley" y, específicamente, a enfrentarse a las fuerzas separatistas de acuerdo con la ley.
"Por un lado, las autoridades chinas están advirtiendo al XIV Dalai Lama que detenga las actividades separatistas y, por el otro, le están instando a él, a su avanzada edad, a tomar una decisión que sea buena para la nación y el pueblo", manifestó el jefe del Instituto de Investigación Marxista-Leninista de la Academia de Ciencias Sociales del Tíbet, Wang Chunhuan.
Si un grupo se opone a la nación y al pueblo, las autoridades centrales están resueltas a luchar en una larga batalla contra éste, destacó Wang.
Yu, también miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, pidió a las autoridades "adherirse al Estado de derecho", un pensamiento estratégico defendido por las autoridades centrales desde finales de 2014.
"La gobernación basada en la ley es la garantía fundamental de la estabilidad a largo plazo de la región", subrayó Yu.
"Los asuntos religiosos deben ser manejados de acuerdo a la ley y los problemas deberán abordarse a través de medios legales para mantener el orden en la práctica del budismo tibetano", añadió.
La religión es un aspecto importante de la civilización tibetana, y el llamamiento de Yu ayudará a legalizar la gestión de la religión y proteger las creencias y actividades religiosas normales de la gente, afirmó un investigador de la Academia de Ciencias Sociales de Tíbet, Pallbar Lhamo.
Lo que es más importante, la gestión de asuntos religiosos basada en la ley es una importante transformación del método, dijo Pallbar Lhamo. "En el pasado, las autoridades gestionaban las religiones con la política, ahora es con la ley", destacó.
MAYORES INGRESOS, MEJORES RELACIONES EJÉRCITO-PUEBLO
Yu dijo que el gobierno central chino seguirá prestando especial apoyo para el desarrollo económico del territorio del Himalaya y para reducir su brecha respecto a otras regiones.
El gobierno va a crear más empleos y a aumentar los ingresos del pueblo tibetano, así como a darle más acceso a una mejor educación, vivienda y asistencia médica. Destacó también la protección del medio ambiente.
En los últimos 50 años, el PIB regional tibetano es 68 veces mayor y los ingresos financieros locales se han multiplicado por 564, afirmó.
Además, pidió a las autoridades fortalecer la solidaridad étnica, a la que se refirió como un "salvavidas", y fortalecer la identidad nacional del pueblo de China.
Yu elogió al Ejército Popular de Liberación, la Fuerza de la Policía Armada y al personal judicial en el Tíbet como fieles guardianes de la seguridad nacional y de todas las personas en la región.
Les pidió a poner siempre los intereses del pueblo como la prioridad superior y mejorar las relaciones con el pueblo.
Yu también les pidió que cumplan sus misiones y contribuyan más a la estabilidad y prosperidad del Tíbet.