NACIONES UNIDAS, 29 sep (Xinhua) -- El reciente anuncio de China de que pondrá en marcha en 2017 su sistema nacional de intercambio de emisiones es una clara señal del compromiso de China con un futuro bajo en carbono, indicó Rachel Kyte, vicepresidenta del Grupo del Banco Mundial y enviada especial para cambio climático.
En una entrevista exclusiva con Xinhua sostenida el lunes, Kyte dijo que "el anuncio de desplazarse hacia un mercado nacional de carbono transmite una muy importante señal de que después de que los (programas) pilotos han estado operando en China, el gobierno apoya la decisión de implementarlos a nivel nacional".
"El anuncio de la generosidad de China de brindar financiamiento climático a los países en desarrollo es un nuevo acontecimiento extraordinario recibido de manera muy positiva", agregó la enviada.
La declaración conjunta de China y Estados Unidos fue emitida durante la visita de Estado del presidente chino Xi Jinping a Estados Unidos, en la que las dos partes reafirmaron su compromiso de alcanzar un acuerdo ambicioso en 2015 que refleje el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas y sus respectivas capacidades.
En la declaración, China promete poner en marcha su sistema nacional de intercambio de emisiones en 2017, un sistema que abarcará sectores industriales clave como el del hierro y el acero, generación eléctrica, químicos, materiales de construcción, fabricación de papel y metales no ferrosos.
"El anuncio reafirma la cooperación entre las dos mayores economías del mundo. Transmite una muy clara señal de que el presidente de República Popular China está impulsando personalmente este camino hacia un crecimiento bajo en carbono", dijo Kyte.
Kyte ha estado trabajando de cerca con China en apoyo técnico.
"Desde que China empezó a poner a prueba diferentes formas de crear un sistema de intercambio de emisiones o un sistema de reducción de emisiones, nosotros, a través de lo que se conoce como una asociación para la preparación para el mercado, hemos ofrecido una plataforma mutua para proyectos tecnológicos provenientes de distintas economías del mundo a fin de que compartan su experiencia de la introducción de sistemas de intercambio de emisiones para que podamos aprender los unos de los otros" añadió la enviada.
"El sistema de intercambio de emisiones ha existido en Europa durante algún tiempo. Ahora tenemos una subasta en California. Tenemos pruebas pilotos en China. Tenemos un sistema de intercambio en República de Corea. Algunos países están implementando impuestos sobre el carbono", dijo Kyte. "Ofrecemos una plataforma técnica mutua para permitir el intercambio de estas experiencias".
"Hemos estado muy contentos de ayudar a otras economías a aprender de las experiencias de China, así como de apoyar a China", añadió Kyte.
Kyte reconoció que el plan de China para un mercado nacional muestra que "China está lista para aprender de estos (proyectos) piloto y para avanzar a un sistema nacional".
La enviada añadió que "esto creará de inmediato el mayor mercado de carbono del mundo. Otros mercados de carbono del mundo querrán vincularse con China. Esto pone a China en una posición destacada para ayudar a la economía mundial a avanzar a un crecimiento bajo en carbono".
Kyte también resaltó la importancia de fijar los precios adecuados para el éxito de un sistema de intercambio.
"Los precios deben fijarse de tal forma que reflejen la ambición de que las emisiones sean reducidas, de que los pobres sean tratados de forma justa, de que sean transparentes y de que el consumidor pueda entenderlos", añadió Kyte.
En cuanto a las "responsabilidades comunes, pero diferenciadas", Kyte señaló que el principio se refleja en el hecho de que el viaje a un futuro bajo en carbono significa diferentes cosas en diferentes economías.
"Podría significar una revolución en eficiencia energética para algunas economías, para otras podría significar manejar el paisaje de forma muy distinta. De modo que tenemos que ayudar a cada economía a avanzar en la dirección del bajo carbono y debemos brindar los recursos financieros para ayudar a las economías a hacerlo, en especial a las más pobres", indicó la enviada.
"El secretario general dijo que somos la primera generación que tiene la oportunidad de acabar con la pobreza y la última generación que tiene la oportunidad de detener el cambio climático", añadió Kyte.
"Y ahora, en París, tendremos la primera oportunidad para mostrar que hablamos en serio cuando digamos lo que dijimos esta semana. Y realmente estamos avanzando en esa dirección", indicó la enviada.