China aprueba la política de los dos hijos ¿Y ahora qué? |
Por Li Chen
Una niña y su hermano juegan juntos en su casa en la provincia de Fuzhou, Fujian. El hermanito nació después que el año pasado la reforma en la política de planificación familiar china admitiera un segundo hijo para las parejas donde uno de los cónyuges era hijo único. (Foto: China Daily)
Pekín, 03/11/2015(El Pueblo en Línea)- China acaba de autorizar que todas las parejas puedan tener dos hijos. Esta reforma de la política sobre la natalidad ha sido bien recibida y ha provocado, a nivel nacional, un acalorado debate.
Muchos extranjeros han conocido sobre la política china del hijo único. Desde su comienzo en la década de 1980, esta regulación fuera de China se consideró con un gran escepticismo y muchos la tildaron de "violación de los derechos humanos". Sin embargo, el tema poblacional en China es una problemática mucho más compleja de lo que, desde afuera, se podrían imaginar algunos. Entre otras cosas porque los chinos ocupan la cuarta parte de la población del planeta. La política del hijo único fue una decisión difícil, asumida en medio de un dilema complejo. 30 años después de su puesta en práctica, ahora que ya ha sido sustituida, es un hecho objetivo reconocer que la política del hijo único logró contener eficazmente el insostenible crecimiento de la población china.
El levantamiento de la política del hijo único es una continuación innovadora y reformista de la anterior planificación poblacional. China encara los retos del envejecimiento poblacional y la disminución de la natalidad. El nuevo ajuste es un acierto porque se trata de una adecuación.
La pregunta real detrás de la nueva política de los dos hijos es: ¿y ahora qué? Cuestiones tales como si los matrimonios quieren o no tener un segundo bebé aún no están totalmente esclarecidas. Además, el creciente costo de la crianza de los hijos, la presión y la responsabilidad de cuidar a los adultos mayores del núcleo familiar y el rápido crecimiento económico han cambiado las aspiraciones procreativas de la gente. En lugar de considerar que basta implementar la nueva política para que todo avance, el gobierno –ya sea central o local- debe potencializar la nueva política con medidas de apoyo tales como entregar subvenciones para el cuidado de niños y ancianos e implementar más incentivos para que una pareja se decida a tener un segundo hijo. Todo esto ayudaría a conseguir el resultado que persigue la nueva política, en cuestión.
El cambio del orden poblacional afectará a toda la sociedad china. No sólo la aprobación de la nueva política cambiará la estructura de la familia china actual, sino que también alterará la estructura social, así como la forma de pensar de sus ciudadanos. ¿Habrá más discriminación contra la mujer en el mercado laboral? ¿Habrá recursos educativos suficientes para todos? ¿Habrá más demanda de servicios públicos? En el proceso de derogación de la política del hijo único, es esencial que el gobierno mantenga una evaluación sistemática del nuevo proceso que se desate a consencuencia e implemente medidas ante cualquier incidencia de la nueva política que impacte en la sociedad.
Sun Bin, en su libro “El arte de la guerra” afirmó que "No hay nada más valioso en el universo que los seres humanos." Efectivamente, son las personas las que determinan el destino de un país. La realidad del hijo único debe convertirse en pasado. Hoy China se mueve hacia su nueva etapa donde el núcleo familiar, además de los padres, esté constítuido por dos hijos.