Las potencias mundiales concluyeron hoy una nueva ronda de conversaciones en Roma encaminadas a poner fin a la violencia y el caos político en Libia y prometieron apoyar el plan de paz patrocinado por la ONU.
La conferencia a nivel ministerial tuvo como fin alimentar el impulso de las partes libias en disputa, las cuales acordaron el 16 de diciembre como plazo para firmar un acuerdo de paz final, estipulando así el objetivo de una firme transición política y de formar un gobierno de unidad nacional.
Los diplomáticos de 17 países, incluyendo Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia, emitieron una declaración conjunta en la que dijeron que "se necesita con apremio un gobierno de Acuerdo Nacional con sede en la capital Trípoli para brindar a Libia los medios para mantener la gobernanza, promover la estabilidad y el desarrollo económico".
El enviado especial de Naciones Unidas para Libia, Martin Kobler, dijo que sintió un "gran consenso" y que quedó "impresionado por la cohesión" mostrada durante la reunión.
"La economía de Libia está deteriorada y el terrorismo está al alza y nadie desea ver eso", dijo Kobler, quien añadió que alentó a las partes a firmar el tratado en el plazo acordado.
Libia ha estado sufriendo una crisis política en la que los dos Parlamentos y gobiernos rivales luchan por la legitimidad en medio de un estado de inseguridad y anarquía años después de la caída del fallecido líder Muammar Gaddafi.
El parlamento elegido, la Cámara de los Representantes, se encuentra exiliado actualmente en la ciudad oriental de Tobruk, mientras que el autoproclamado Congreso Nacional General, apoyado por la milicia Amanecer Libio, ocupa Trípoli.
El gobierno dividido ha durado más de un año. Los principales sectores públicos de Libia también han abierto dos oficinas y esto podría profundizar aún más la división.
Naciones Unidas ha patrocinado las sesiones de diálogo entre los rivales libios desde septiembre de 2014, dentro y fuera de Libia, a fin de acabar con la división política del país.
Parece inminente un acuerdo para terminar con la anarquía existente y el vacío de seguridad que han propiciado la aparición de grupos extremistas como el Estado Islámico.
Sin embargo, los analistas libios advirtieron que a pesar de un buen acuerdo en el horizonte, la situación política sigue siendo severa y podría descarrilar el proceso de paz.
Medios locales libios informaron hoy los políticos de línea dura del Congreso Nacional General enviaron una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia para informarle que rechazaran el acuerdo de paz de la ONU.
En respuesta a los opositores, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo durante la conferencia de prensa que aquellos que interrumpan el plan de paz de la ONU "pagarán el precio" y señaló que el acuerdo de paz apoyado por la ONU es "la base para la estabilidad permanente en Libia".