El gobierno brasileño ordenó hoy el cierre del zoológico municipal de Río de Janeiro, el más antiguo del país, debido al hacinamiento de los animales, falta de limpieza y problemas estructurales.
El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) decretó en un comunicado la clausura del recinto e impuso una multa de 1.000 reales diarios (unos 250 dólares) a la alcaldía de Río, hasta que se subsanen las deficiencias del zoológico.
La principal denuncia es la elevada "densidad poblacional" de animales en las instalaciones, así como la falta de adecuación de las mismas para imitar el hábitat de las diferentes especies.
Varias jaulas de pájaros presentan grietas, mientras que algunas jaulas de felinos están oxidadas.
El veto a la apertura del zoológico sólo se producirá si se toman las medidas necesarias, las cuales incluye una alimentación adecuada para los animales y recintos limpios y adecuados.
Se trata de la segunda sanción aplicada por el Ibama al zoológico carioca desde el pasado octubre.
Fundado en 1888, el zoológico de Río de Janeiro se encuentra desde 1945 en el parque de la Quinta da Boa Vista, antigua residencia de verano de la familia imperial, y fue reformado por última vez en 1993.
La alcaldía de Río de Janeiro tiene previsto realizar una concesión de la gestión del zoológico a una empresa, a través de una asociación público-privada, la cual será convocada en las próximas semanas.