El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cumple hoy nueve años en el poder que asumió el 15 de enero de 2007, convencido de que el país está en otro nivel respecto al que tuvo antes de su gobierno, al que denomina de la "Revolución Ciudadana".
"El país está a otro nivel totalmente. Ecuador ya cambió, sin duda", afirmó el mandatario el pasado12 de enero en un diálogo televisado con panelistas sobre la situación en la nación sudamericana.
El mandatario sostuvo al comparar la situación actual con el pasado, que "ahora somos una familia de clase media, con una casa de cemento, un carro, terreno legalizado, hijos con educación y salud".
Correa, economista de profesión, ganó por primera ocasión las elecciones en 2006 y fue reelecto en 2009 en comicios anticipados tras promulgarse una nueva Constitución, para triunfar a un tercer mandato en 2013 que concluirá en mayo de 2017.
En 2017 cumplirá 10 años de gobierno, con lo que se convierte en el mandatario que más tiempo ha gobernado el país en los 37 años de retorno a la democracia en 1979.
En entrevista con Xinhua, el sociólogo y catedrático de la Universidad Andina "Simón Bolívar", Hernán Reyes, sostuvo que "estamos viviendo en un país con un período de estabilidad, donde las instituciones están en pleno funcionamiento".
Evaluó que el período de nueve años en el poder implica haber superado la "amarga" inestabilidad política que vivió el país entre agosto de 1996 y enero de 2007, cuando hubo siete presidentes, tres de ellos derrocados.
El catedrático expresó que las elecciones de 2017 serán una prueba para el oficialismo, dado que el mandatario ha decidido no postularse.
El mandatario socialista, quien ha logrado avances en educación, salud, vialidad y combate a la pobreza, entre otros, registró en diciembre pasado una aceptación de entre 41 y 58 por ciento, los niveles más bajos desde que gobierna, según encuestas privadas.
Para Reyes, todo proceso de gestión política implica un desgaste, "inclusive en los casos de una gestión exitosa" donde hay confrontación de posiciones y debate, por lo que un mismo discurso no puede mantenerse en niveles de aceptación permanente.
El último tramo del gobierno de Correa, quien todavía pisa terreno firme a diferencia de otros gobiernos izquierdistas de la región, "va a ser dificultoso", pronosticó el analista.
El momento más álgido que enfrentó recientemente su gobierno se dio en junio pasado, cuando iniciaron protestas callejeras continuas, algunas violentas, por parte de grupos que se oponen a dos proyectos de ley impulsados por el gobernante para superar la inequidad.
Se opusieron, además, a una enmienda constitucional que abre paso a una nueva reelección de Correa, la cual, finalmente no se concretó.
Para acallar esos temores, el propio mandatario planteó una disposición transitoria que le impide ser candidato en las próximas elecciones.
Las movilizaciones propiciaron entonces una leve caída en la popularidad del mandatario, cuyo apoyo popular recuperó luego de manera paulatina.
El mandatario debió gobernar el año pasado con dificultades económicas, debido a la caída del precio del petróleo en el mercado internacional, el principal producto de exportación del país.
Según el gobierno, el país perdió 7.000 millones de dólares en ingresos por exportaciones de crudo, lo que complicó las finanzas y se debió recortar 2.200 millones de dólares el presupuesto del Estado.
En 2015, también se registró una apreciación del dólar, moneda que circula en el país desde el 2000.
La economía local se contrajo 0,8 por ciento interanual en el tercer trimestre de 2015 a causa de los choques externos, por lo que se proyectó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 0,4 por ciento para ese año.
El país obtuvo, además, financiamiento crediticio por unos 6.400 millones de dólares.
El jefe de Estado ha dicho que pese a ello, el desarrollo del país no se ha detenido, además de inaugurar obras de manera continua, entre ellas hidroeléctricas que demandaron fuertes inversiones.
Avisoró que el presente año también será difícil, pero que el gobierno está preparado para enfrentar nuevas contingencias, por lo que descartó una recesión en el país sudamericano.
"Si pasamos este bache (en 2015), Ecuador tiene toda la capacidad para salir adelante" en 2016, cuando se proyecta un crecimiento de 1 por ciento, a la vez que el país tendrá equilibrio fiscal para 2018.
En tanto, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional (órgano Legislativo), Marcela Aguiñaga, afirmó que los logros alcanzados en los nueve años de gobiernos provienen de un modelo económico que ha privilegiado el sector social y el crecimiento con equidad.
"En función de eso es que hoy podemos celebrar los resultados que tenemos", señaló.