Una decena de individuos del ejército de Estados Unidos, incluyendo a un general de brigada, podrían tener que rendir cuentas por no tomar medidas que pudieran haber evitado el envío de esporas activas de ántrax a varios laboratorios de Estados Unidos y de otros países en la última década, se indicó en un informe de investigación militar emitido hoy.
La investigación se concentró en un laboratorio del Campo de Pruebas de Dugway, una instalación del ejército estadounidense en Utah, desde donde se encontró que al menos 17 lotes de baja concentración de esporas activas de ántrax fueron enviadas a 194 laboratorios de Estados Unidos y de otros nueve países entre 2004 y 2015.
Aunque ningún individuo o institución fue directamente responsable de los errores, "encontramos a través de la evidencia que una combinación de eventos, incluyendo vacíos científicos, asuntos institucionales y responsabilidad individual, se combinaron para contribuir a este evento", dijo en una conferencia de prensa en el Pentágono el general de división Paul Ostrowski, quien encabezó la investigación.
"Con respecto a la responsabilidad individual, vimos que no se tomaron medidas, vimos que técnicos laboratoristas no se basaron en las mejores prácticas, de modo que la intención es garantizar que el secretario del ejército y la dirigencia del ejército tengan la oportunidad de emitir un juicio sobre esto".
En el informe se identificó a tres líderes actuales y a dos ex líderes de Dugway que no "emprendieron las acciones apropiadas" en respuesta a los contratiempos previos y que permitieron la existencia en el laboratorio de "una cultura de autocomplacencia".
El informe también identificó a cuatro trabajadores que no "ejecutaron de forma adecuada sus responsabilidades de supervisión" y que no garantizaron el cumplimiento de los protocolos de laboratorio ni de las regulaciones del ejército.
Además, tres técnicos laboratoristas no tuvieron el debido cuidado en el desempeño de sus labores.
Específicamente, el informe mencionó al general de brigada William E. King IV, quien dirigió Dugway como coronel de julio de 2009 a julio de 2011 e indicó que "en repetidas ocasiones culpó a otros y minimizó la severidad de los incidentes".
Cuando se le pidió que explicara lo que ocurriría a las personas que podrían ser responsabilizadas, Ostrowski dijo que "esto no necesariamente implica retirar y reemplazar. Si tenemos una situación en la que tenemos un individuo que tiene que ser reentrenado, yo diría que necesita rendir cuentas por el nuevo entrenamiento".
Ostrowski también mencionó vacíos científicos, incluyendo una falta de investigación sobre la efectividad de desactivar el ántrax utilizando radicación gamma y pruebas de viabilidad posterior a la radicación.
En la conferencia de prensa, funcionarios del Pentágono también hicieron varias recomendaciones en respuesta al incidente del ántrax, incluyendo eliminar la misión de Dugway de fabricar agentes biológicos para exportación a otras instalaciones.
Las recomendaciones también incluyen nuevos procedimientos para la desactivación y prueba del ántrax y un proceso central para rastrear y vigilar todas las peticiones y transferencias de productos biológicos.
El escándalo del ántrax fue dado a conocer por primera vez en mayo del año pasado, cuando una compañía privada estadounidense reportó una baja concentración de esporas activas de ántrax en un cargamento proveniente de Dugway que debería haber contenido sólo esporas inactivas. La investigación indicó que el caso no representó un riesgo a la salud pública.