Diplomacia proactiva de China ofrece beneficios globales

Actualizado a las 19/01/2016 - 14:36

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MADRID, 18 ene (Xinhua) -- La diplomacia proactiva de China constituye todo un modelo que brinda grandes oportunidades a pesar de la subsistencia de las diferencias en cuanto al sistema social, tradición cultural o ideología, que ni obligatoriamente deben disolverse como azucarillos en el agua ni por ello deben convertirse en obstáculos insalvables para acrecentar la cooperación.

Así lo expresó a Xinhua Xulio Ríos, director del Observatorio español de Política China, al echar una mirada retrospectiva a la política de China desde la elección del presidente chino, Xi Jinping, al frente del PCCh porque, según él, esta elección se ha traducido de inmediato en un gran impulso integral para la diplomacia china, con una clara voluntad de conectar más y mejor la experiencia china con el mundo.

TRES INSISTENCIAS EN COMPROMISOS INTERNACIONALES

Ríos puso como ejemplo las tres insistencias que han tenido consecuencias prácticas en el desarrollo más reciente de la diplomacia china. La primera insistencia está relacionada con la realización del sueño chino de la revitalización nacional y sus implicaciones globales.

La coordinación de la situación nacional e internacional se formula sobre la base de la interacción armoniosa con el mundo ya que solo en un ambiente internacional de paz se puede culminar adecuadamente la modernización del país.

La apuesta por el desarrollo pacífico desmiente los prejuicios a propósito de la amenaza china. El mensaje de que China no aspira a mejorar su estatus nacional y global a costa de los intereses de terceros países ha ganado profundidad y rotundidad en un momento de crisis económica global que impone a todos los países la necesidad de efectuar profundas reformas.

La segunda insistencia relevante es la defensa de la diversidad y el diálogo entre civilizaciones como algo valioso y protegible. En su visita a la UNESCO o al Colegio de Europa, Xi Jinping, destacó el aprendizaje mutuo y la tolerancia como claves para la comprensión. Este punto de vista tiene una dimensión histórica y cultural, pero también contemporánea y plural, inspirando el compromiso con la solución política de los conflictos, huyendo de presiones y de intervenciones militares externas que solo pueden empeorar la situación.

La tercera insistencia es el concepto de comunidad de destino común, que vendría a ilustrar no solo la condición objetiva del mundo en que vivimos y que la interdependencia es un hecho irrefutable a la vista de las consideraciones económicas, energéticas o climáticas, sino a promover la apertura y la inclusividad como claves dinamizadoras de una cooperación en beneficio mutuo que tiene tanto manifestaciones globales como regionales, subrayó.

EVIDENCIAS PRACTICAS DEL NUEVO MODELO DE LAZOS INTERNACIONALES

El experto español indicó que entre las demostraciones prácticas cabe destacar la preocupación por establecer un nuevo modelo de relaciones internacionales que tenga en cuenta tanto la estructuración de un nuevo tipo de relaciones entre países grandes, como la atención debida a los países pequeños para preservar la necesaria igualdad, y que valore tanto aspectos de alcance como la seguridad nuclear, como la lucha por la superación de los desequilibrios y las desigualdades.

Ese nuevo modelo presta suma atención al diseño de una política general pero igualmente adaptada a las situaciones concretas. En relación a EEUU, por ejemplo, sortear la trampa de Tucídides fomentando el diálogo y la comunicación entre los pueblos para desactivar los prejuicios se ha convertido en un imperativo. Asimismo, profundizar el entendimiento y la cooperación con Rusia o establecer marcos de diálogo creativo con la UE han sido constantes importantes.

Incluso con Japón, pese a las discrepancias a propósito de la historia o las disputas territoriales, el fomento de una relación volcada hacia el futuro y con fundamentos sólidos representa un vector que guía las actuaciones de China.

En ese nuevo modelo de relaciones internacionales, Xi ha fomentado la habilitación o consolidación de mecanismos de diálogo con diversas regiones, como Africa, América Latina o los países árabes, entre otras, huyendo del establecimiento de zonas de influencia y preservando esa comunidad de destino común como conductor central de unas propuestas centradas en el desarrollo económico y la confianza política.

En el caso concreto de América Latina, señaló, debe citarse expresamente el primer Foro Ministerial China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), el primer Foro de Innovación Científica y Tecnológica China-CELAC, o la primera reunión del Foro de Partidos Políticos China-CELAC, a los que cabe sumar el V Foro de Amistad entre los Pueblos de China, América Latina y el Caribe, o la 9ª Cumbre Empresarial China-Latinoamérica. Todos ellos ocurridos en el transcurso de 2015.

El auspicio de grandes proyectos transformadores como la Franja y la Ruta, o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) demuestran la ambición del nuevo liderazgo, el propósito de coadyuvar al desarrollo y sumar recursos de todo tipo para generar nuevos procesos históricos con implicaciones geopolíticas y geoeconómicas.

La disposición de capacidades por parte de China para transformar Asia y el mundo, y propiciar una espiral de desarrollo de forma concertada con más de medio centenar de países, constituye un ejemplo de diplomacia multilateral orientada al bien público que no tiene antecedentes.

En tal sentido, en las últimas visitas cursadas a Kazajistán, Rusia y Bielorrusia, el presidente Xi mostró la sincera determinación de facilitar la yuxtaposición y ensamblaje sin rupturas de la integración económica euroasiática. Y en foros como el APEC defendió la idoneidad de su propuesta para crear un marco regional de colaboración abierta, inclusiva, equilibrada y mutuamente beneficiosa.

Las acciones concretas, como la apertura de la sede del BAII en Beijing, evidencian que no son solo palabras ni un brindis al sol.

LA POSICION INTERNACIONAL DE CHINA SE HA ELEVADO

La posición internacional de China se ha elevado de forma significativa tras el XVIII Congreso del PCCh, celebrado en noviembre de 2012 en Beijing, estableciendo las bases conceptuales y orgánicas, y las propuestas de un nuevo tiempo transformador, destacó Ríos.

Ello simboliza una incorporación más activa de China al acontecer global y revelará la utilidad y valor de la diplomacia para que los objetivos generales de este periodo histórico, quizá el más decisivo de toda la reforma iniciada en 1978, alcancen el debido cumplimiento.

Asimismo, en los conflictos que con diversa intensidad asolan la realidad internacional, como Siria, Irán y Oriente Medio, Afganistán, o la Península Coreana, entre otros, la asistencia china para auspiciar conversaciones de paz ofrece esperanzas para hallar soluciones duraderas que tengan en cuenta las particularidades e intereses locales y no tanto las ambiciones externas.

Sin incorporar el factor exterior y la acción diplomática a la profundización integral de la reforma, deshaciendo malentendidos con los países grandes, mejorando las relaciones de vecindad, agrandando la cooperación con los países en vías de desarrollo, participando de forma activa en los asuntos multilaterales, implicándose en la solución de dramáticos conflictos que sacuden la conciencia internacional, en definitiva, sin la apuesta consecuente por el desarrollo pacífico, las posibilidades de éxito del conjunto del proceso de reforma resultarían alarmantemente menores.

La acción diplomática impulsada a instancias del nuevo liderazgo chino refuerza la convicción de que el proceso que contempla construir una China moderna, desarrollada y regida por la ley forma parte de la misma tendencia de la época que apunta al establecimiento de un nuevo modelo de relaciones internacionales cuyo epicentro es el desarrollo pacífico, añadió.