BEIJING, 16 feb (Xinhua) -- Aunque la paz y la estabilidad siguen siendo posibles para Siria, su crisis interna está a punto de transformarse en un conflicto regional e incluso de salirse totalmente de control por los planes de Turquía y Arabia Saudí para enviar fuerzas terrestres, lo que podría causar mayor turbulencia.
Turquía y Arabia Saudí podrían emprender una operación terrestre en Siria contra el grupo militante Estado Islámico (EI), dijo el sábado pasado el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu. Esta acción complicaría aún más la situación.
Riad podría enviar tropas "si llega el momento necesario para una operación terrestre", dijo Cavusoglu después de asistir a la Conferencia de Seguridad de Munich y añadió que Turquía y Arabia Saudí han estado apoyando una operación terrestre en Siria "desde el principio".
Existe la posibilidad de enviar fuerzas terrestres a Siria si el plan de paz fracasa y si Rusia e Irán no ayudan a los esfuerzos de Estados Unidos, indicó la semana pasada el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
"Permítanme reiterar que nadie está interesado en una nueva guerra", dijo en respuesta el domingo el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, a la estación de televisión Euronews, y añadió que cualquier operación terrestre en Siria conducirá a "una guerra intensa y prolongada".
El gobierno sirio ha logrado grandes avances en sus ofensivas contra los rebeldes desde que Rusia emprendió ataques aéreos para eliminar al EI en septiembre pasado, pero las posibles operaciones terrestres por parte de Arabia Saudí y Turquía transmiten un mensaje peligroso.
Aunque los dos países prometieron iniciar operaciones terrestres sólo con el consentimiento de la coalición contra el EI encabezada por Estados Unidos, su anuncio reciente ha causado tensión entre los países occidentales.
Podría estallar un conflicto si las fuerzas de los dos países se enfrentan a Rusia en territorio sirio, lo que haría que Estados Unidos y otros países occidentales intervinieran en la situación.
Los grupos terroristas como el EI se alimentan del vacío político regional y de los disturbios en Medio Oriente. Si la situación siria se intensifica, el pueblo sirio sufrirá mientras el terrorismo se propaga por el país.
Desde su inicio en 2011, se calcula que la guerra siria ha causado la muerte de 250.000 personas, ha dejado 6,5 millones de desplazados internos y ha llevado a más de cuatro millones de personas a huir del país. Alrededor de 13,5 millones de personas dentro del país necesitan con urgencia ayuda humanitaria en estos momentos.
Poner fin al conflicto sirio tan pronto como sea posible y restablecer la paz y la estabilidad en Medio Oriente favorecería los intereses de las personas de todo el mundo y las conversaciones de paz son la única salida práctica.
"Un acuerdo político es la única solución correcta a la crisis siria y favorece los intereses fundamentales del pueblo sirio. Realizaremos esfuerzos incesantes para lograr este objetivo", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, después de reunirse el mes pasado con su homólogo británico Philip Hammond.
El mundo no carece de la capacidad ni de los recursos para el uso de la fuerza, sino de una firme determinación y acción para una solución política, dijo Wang.
"La vía hacia una solución política podría ser difícil, pero es una herramienta eficaz para resolver el problema", añadió.