El transexual Chalit Pongpitakwiset, a la derecha, que se encuentra en tratamiento hormonal para completar su cambio de sexo, camina de la mano con su novia en una calle de Bangkok. [Agencias de fotografía]
Beijing,22/02/2016(El Pueblo en Línea)-Chalit Pongpitakwiset siempre se ha sentido siempre hombre. Ahora el chico de 25 años quiere todo el mundo lo vea como tal.
A diferencia de la mayoría los transexuales en Asia, que se auto medican con suplementos hormonales, a Chalit lo tratan en una clínica pionera.
"Estoy en manos de buenos médicos," dijo Chalit, que nació mujer pero se identifica como un hombre.
"No lo estoy yo sólo porque sería algo muy peligroso", dijo el trabajador de la empresa de software.
Varios días después de recibir su primera inyección de testosterona, Chalit regresó a hacerse una prueba de sangre en Tangerine, la nueva clínica en un centro de la Cruz Roja de Bangkok.
El centro es un programa piloto que los organizadores esperan poder repetir en toda Asia.
Su ubicación no es una casualidad. Tailandia tiene una población importante de transexuales, y es uno de los principales destinos del mundo para personas que quieren someterse a una cirugía de cambio de sexo.
Pero al igual que en otros lugares en Asia y Pacífico, una región con más de 9 millones de transexuales, según estimaciones de la ONU, el cuidado a largo plazo para los pacientes no es el mejor.
La clínica es un lugar único en el tratamiento tanto físico como mental para personas que se han sometidos a cirugías de reasignación de sexo, procedimientos donde existen grandes riesgo de infección.
"La mayoría de los centros donde se realiza este tipo de cirugía sólo proporcionan cuidados postoperatorios a corto plazo", explicó Nittaya Phanuphak, el doctor jefe de Tangerine.
En Tailandia, las hormonas se pueden comprar en Internet o en farmacias locales.
Reciente, el universitario Benyapon Chimsud, que nació siendo hombre, pero siempre se sintió mujer, dijo que lleva tomando hormonas dos años.
"Yo he tomado hormonas por mi cuenta durante dos años. Consulté con mis amigos para conocer las dosis apropiadas de hormonas”, explica.
Ella también consigue las inyecciones mensuales de estrógeno en el mercado negro.
Chalit, por otro lado, se reunía con un psiquiatra varias veces antes de someterse a su primera inyección para prepararse psicológicamente y físicamente ante los cambios en su cuerpo.
"El psiquiatra me preguntó cuánto tiempo había querido ser un hombre, y si mis amigos y otras personas a mi alrededor aceptarían mi cambio", Chalit dijo.
Ahora él recibe inyecciones de hormona cada dos semanas.
"Las hormonas harán que deje de tener la menstruación, me cambió la voz, me saldrá barba y bigote y desarrollaré musculación de hombre", dijo.
Grupos de derechos de los transexuales como Asia-Pacific Transgender Network dicen que este problema de salud pública muchas veces se ignora en la comunidad médica.