LA PAZ, 21 feb (Xinhua) -- El Gobierno presidido por Evo Morales pidió este domingo al pueblo boliviano y a las diferentes facciones opositoras esperar a los resultados oficiales del referendo constitucional que brindará el Tribunal Supremo electoral (TSE), porque considera que hasta el momento hay un empate técnico.
Así lo expresó en conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno el vicepresidente, Alvaro García Linera, quien explicó que el resultado final puede decantar la victoria por un solo voto. También volvió a ratificar el respeto a los resultados que brinde el organismo electoral.
"Una posición oficial sobre el futuro político del proceso de cambio se dará una vez que se tengan los resultados oficiales; la oposición no puede darse por ganadora porque hay un margen de error en las encuestadoras, además la diferencia entre el no y el sí es estrecha, por eso lo consideramos un empate técnico", afirmó el segundo mandatario boliviano.
Luego de conocer que en los datos extraoficiales de las empresas demoscópicas la diferencia entre el no y el sí no son más de dos puntos porcentuales, García Linera pidió paciencia y recordó que en las anteriores elecciones los datos extraoficiales y oficiales variaron en ese porcentaje.
El vicepresidente, tras un gabinete de ministros en Palacio Quemado esta noche con el presidente, Evo Morales, comentó que el análisis del Gobierno concluye que el resultado está abierto para dar el triunfo a cualquiera de las dos opciones.
Según analizó García, esta posibilidad de una victoria para cualquiera de las opciones es muy probable dado que en las zonas más alejadas y en la mayor parte de las 70 ciudades de los 33 países en los que votan los bolivianos residentes en el exterior, ubicadas en cuatro continentes, el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales tiene un gran respaldo político.
Precisó que el presidente Morales, en las diferentes elecciones, siempre ha recogido el respaldo por encima del 70 por ciento en los países donde mayor población boliviana vive, como Brasil y Argentina, lo que podría cambiar los resultados finales.
"Puede modificarse por el sí o por el no, dependiendo de cómo lleguen las actas de las comunidades alejadas y del voto en el exterior. Pedimos paciencia a la población, la victoria se va a definir en las siguientes horas con las actas", aseveró.
Reconoció que los resultados de las encuestadoras son serios y se aproximan a los datos finales, pero recordó que en la última elección general, en octubre de 2014, Evo Morales ganó en los datos a boca de urna y conteo rápido con el 57 por ciento, que con los datos oficiales subió a más del 61 por ciento.
Para el vicepresidente boliviano, no obstante a la guerra sucia, a la infamia y a la tergiversación desplegada por la oposición, la mitad del pueblo boliviano ha optado porque se modifique la Constitución Política del Estado para que Morales y él mismo se postulen en las elecciones de fines de 2019, aunque admitió también que la otra mitad rechazó esta posibilidad.
En esa línea pidió a la oposición, que salió a las calles a celebrar por el eventual triunfo del no, no realizar "un festejo forzado e innecesario".
También ratificó la posición del presidente Morales y su Gobierno de respetar los resultados, así sea por un voto para cualquiera de las opciones.
Este domingo en una jornada histórica, 6.502.169 bolivianos habilitados para sufragar decidieron en las urnas si se aprueba o rechaza la reforma del artículo 168 la Constitución Política del Estado, para ampliar a dos las posibilidades de reelección continua del presidente y del vicepresidente. En caso de una victoria del sí, éste favorecería a los actuales mandatarios Morales y García, que podrían optar a un tercer mandato.
En cambio, si la victoria es del no, no se modifica la Constitución y se mantiene una sola reelección presidencial en Bolivia. Con este resultado, el presidente Morales y el vicepresidente García quedarían inhabilitados para una nueva reelección en los comicios generales de 2019, que definirán los mandatarios del periodo constitucional 2020-2025.