Acciones de Almagro contra Venezuela obedecen a intereses imperiales, dice ex embajador

Actualizado a las 22/02/2016 - 14:43

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CARACAS, 21 feb (Xinhua) -- Las acciones contra Venezuela por parte del secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, obedecen a los intereses que tiene el imperio en territorio suramericano, afirmó hoy el diplomático venezolano Roy Chaderton.

Chaderton Matos, quien fue embajador de Venezuela ante la OEA entre 2008 y 2015, calificó de "curioso" que Almagro, procedente de un país progresista como Uruguay, "se empeñe en llamar la atención del imperialismo" estadounidense.

"El está ahí porque recibió el apoyo del considerado estadista con mayor credibilidad de América Latina", afirmó Chaderton Matos en entrevista al canal privado Televén, al referirse al soporte otorgado por el gobierno uruguayo de José 'Pepe' Mujica a Almagro durante su candidatura para la OEA.

Al mismo tiempo, enfatizó que Mujica "lo desahució" y se distanció tras darse cuenta de las intenciones del diplomático uruguayo en la Secretaría General en la OEA contra Venezuela.

El pasado 19 de noviembre, el ex presidente y líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, expresó a Almagro que lamentó "el rumbo por el que enfilaste (...), por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido".

En diversas oportunidades, el secretario general de la OEA ha arremetido contra Venezuela, cuestionando el sistema democrático del gobierno suramericano y su vocación por respetar los derechos de los líderes de oposición de derecha.

Ante sus declaraciones, el presidente Nicolás Maduro ha rechazado la "injerencia" en la que éste incurre y, al mismo tiempo, le ha instado a reflexionar sobre sus acciones contra el sistema político venezolano.

Pese a ello, Almagro ha dicho que "quien tergiversa mis palabras y usa la mentira como herramienta política carece de dignidad y eso es inadmisible", al tiempo que le pide asumir "su papel de garante de paz".

La situación entre Venezuela y la OEA se tensó a finales del 2015, en contexto de las elecciones parlamentarias, cuando Almagro aseguró que "ante la más mínima duda sobre el funcionamiento de la democracia", su deber era "no desviar la vista, ni hacer oídos sordos a la realidad".