HOUSTON, 10 may (Xinhua) -- El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs estimó este lunes que la producción petrolera en Estados Unidos bajará en 2016 menos de lo esperado, ya que perforadores en el oeste de Texas y Oklahoma han encontrado maneras más rápidas y baratas de obtener crudo.
Goldman Sachs aseguró que la producción de crudo en el país se reducirá en 650.000 barriles por día en este año, menos de la caída de 725.000 barriles diarios prevista anteriormente por este banco de inversión, según informó el diario local Houston Chronicle.
A pesar del ajuste hecho por Goldman Sachs, el banco todavía cree que la bajada de la producción doméstica del petróleo ayudará a elevar los precios de la energía en los próximos meses, con el reajuste del suministro y la demanda petroleros tras un exceso de oferta de dos años.
La subida de los precios globales del crudo ante la fuerte producción de esquisto (una roca blanda y lisa de la cual se puede extraer crudo) y una producción mayor que lo esperado de Irán muestra que la demanda global es más fuerte de lo que muchos imaginaban, y que la producción está reduciéndose en otros lugares, según el banco.
Asimismo, la quiebra de compañías petroleras creció durante los últimos dos meses ya que los productores asumieron pesadas cargas de pagos de interés, en medio de una de las restricciones financieras más severas para la industria durante décadas.
Un total de 18 empresas petrolíferas en América del Norte presentaron la solicitud de declaración de quiebra en marzo y abril, y varias de ellas optaron por no pagar los intereses trimestrales de unos 8.900 millones de dólares estadounidenses en deuda, mientras que los bancos han cortado líneas de crédito a las compañías petrolíferas, como parte de una revisión semestral por parte de los prestamistas.
Texas, que produce el 31 por ciento del crudo del país, podría ver un lento crecimiento de empleos en este año, pese a que la recesión de la industria petrolera ha conducido a que empleadores en la mayor ciudad del estado, Houston, y en otras ciudades centradas en la producción del crudo despidiesen a miles de trabajadores.
Después de crecer un 1,3 por ciento en el año pasado y un 3,7 por ciento en el año próspero de 2014, los salarios en Texas aumentaron en un 1,1 por ciento en el primer trimestre del año presente, según el Banco de la Reserva Federal de Dallas, ciudad al norte del estado.
En este estado, unos 72.000 obreros perdieron sus trabajos en la industria energética en 2015, y la Alianza de Productores de Energía de Texas estima que otros 40.000 podrían perder sus empleos en 2016.