El director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos, James Comey, dijo hoy que su agencia no recomendará presentar cargos penales contra Hillary Clinton por utilizar su servidor privado de correo electrónico como secretaria de Estado, pero dijo que Clinton y su equipo fueron "extremadamente descuidados" en el manejo de información delicada.
El anuncio, emitido apenas 72 horas después de que agentes del FBI interrogaron a Clinton, la virtual candidata demócrata para las elecciones presidenciales de 2016, disipó una enorme nube legal sobre su campaña.
Comey dijo que los investigadores federales encontraron que 110 correos electrónicos en 52 cadenas de correo contenían información clasificada al momento de ser enviados o recibidos y que ocho de estas 52 cadenas "contenían información ultrasecreta" cuando fueron enviadas.
Además de los cerca de 30.000 correos relacionados con trabajo que Clinton envió al Departamento de Estado en 2014, los investigadores descubrieron después varios miles de correos electrónicos relacionados con asuntos oficiales que no estaban en el grupo de los 30.000 correos electrónicos, dijo Comey en una conferencia de prensa.
"En relación con los miles de correos electrónicos que encontramos que no estaban entre los enviados al Departamento de Estado, las agencias concluyeron que tres eran clasificados en el momento de ser enviados o recibidos, uno a nivel secreto y dos a nivel confidencial", dijo.
Sin embargo, Comey dijo que no hay evidencias claras de que Clinton y sus colaboradores tuvieran la intención de violar la ley.
"Aunque existe evidencia de una potencial violación a los estatutos relacionados con el manejo de información clasificada, nuestra opinión es que ningún fiscal razonable presentaría tal caso", indicó Comey.
El equipo de campaña de Clinton dio la bienvenida al anuncio y dijo que está satisfecho con la decisión del FBI, pero también admitió que Clinton cometió un error al depender únicamente de un servidor privado de correo electrónico para manejar los correos relacionados con el trabajo.
"Como la secretaria ha dicho durante mucho tiempo, fue un error utilizar su correo personal y no lo volverá a hacer", indicó el equipo de campaña en una declaración.
En cuanto a los varios miles de correos adicionales relacionados con asuntos oficiales que Clinton no entregó al Departamento de Estado en 2014, Comey señaló que el FBI no encontró evidencia de que otros correos electrónicos relacionados con el trabajo fueran borrados a propósito en un esfuerzo por ocultarlos de alguna manera.
"Nuestra evaluación es que como muchos usuarios de correo electrónico, los correos de la secretaria Clinton borrados de forma periódica eran eliminados de su sistema cuando cambiaban los dispositivos", añadió Comey.
La controversia en torno a las prácticas de Clinton en relación con su correo electrónico volvió a salir a la luz pública en agosto de 2015 después de que el inspector general de la comunidad de inteligencia reveló que dos de los miles de correos de Clinton contenían información ultrasecreta.
En septiembre de 2015, Clinton reconoció que fue un "error" el uso de un sistema privado de correo electrónico cuando estaba al frente del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Seis meses antes, la práctica de Clinton fue revelada por un comité del Congreso controlado por los republicanos que investigó los eventos anteriores a los ataques de Bengazi de 2012, en los que murieron cuatro estadounidenses, incluyendo el embajador de Estados Unidos en Libia.
Las recomendaciones hechas hoy por el FBI atrajeron de inmediato las críticas de los republicanos. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, cuestionó si "se está dañando el Estado de derecho" en el caso.
"Nadie debe estar por encima de la ley", indicó Ryan en una declaración. "Declinar procesar a la secretaria Clinton por el mal e imprudente manejo y transmisión de información de seguridad nacional sentará un terrible precedente".
Comey defendió en primer lugar la investigación del FBI, la cual, dijo, se realizó "de forma honesta, competente e independiente".
"Sé que hubo muchas opiniones de personas ajenas a la investigación, incluyendo personas del gobierno. Pero nada de eso nos importó", dijo Comey. "No se tomó en cuenta ninguna influencia externa de ningún tipo".
A principios de este año, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló sobre la intención de Clinton al utilizar el servidor privado de correo electrónico durante su período en el Departamento de Estado.
Obama dijo en una entrevista con Fox News que considera que Clinton no puso en peligro la seguridad nacional de forma intencional con su manejo de la información clasificada.
Los comentarios causaron de inmediato preocupación en el sentido de que los investigadores federales pudieran ser influidos por la postura del presidente al respecto.
El anuncio del FBI se produce apenas unas horas antes de que Clinton realice su primera aparición conjunta de campaña con el presidente Obama y sólo una semana después de que el ex presidente estadounidense Bill Clinton se reuniera en privado con la fiscal general Loretta Lynch.
La reunión de 30 minutos del 27 de junio en el Aeropuerto Internacional de Phoenix, Arizona, que Lynch describió como primordialmente social, generó inquietud por un potencial conflicto de intereses.
De acuerdo con ABC News, el primer medio en revelar la reunión, el Clinton esperó la llegada de Lynch después de ser notificado de que la fiscal llegaría al mismo aeropuerto. Bill Clinton se acercó a Lynch e inició la conversación no planeada.
En el Festival de Ideas de Aspen, Colorado, Lynch indicó el viernes que lamenta no haber rechazado al ex presidente.
La fiscal también anunció que aceptaría "plenamente" las recomendaciones de los investigadores del FBI con respecto a si se deben presentar cargos o no en relación con la investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton.
Lynch dijo que tomó la decisión de aceptar la recomendación del FBI mucho antes de su conversación no planeada con Bill Clinton.
En marzo de 2015, Hillary Clinton reconoció que envió y recibió cerca de 60.000 correos electrónicos mediante su cuenta privada durante su período en la administración Obama, de los cuales la mitad eran personales y fueron por lo tanto borrados.
Todos los correos electrónicos fueron enviados y recibidos a través de un servidor privado ubicado en casa de Clinton.
En respuesta a la petición del Departamento de Estado, el equipo de Clinton entregó la otra mitad, cerca de 30.000, en diciembre de 2014.