Al menos 20 personas murieron y otras 70 resultaron lesionadas cuando dos atacantes suicidas se hicieron detonar hoy en un santuario chiita en la provincia de Salahudin, centro de Irak, mientras que otros hombres armados tomaron como rehenes a peregrinos chiitas.
El ataque ocurrió antes de la medianoche, cuando un grupo de hombres armados que portaban uniforme militar irrumpieron en el santuario de Sayid Mohammed en Balad, a alrededor de 80 kilómetros al norte de Bagdad. Dos atacantes suicidas detonaron sus explosivos en el santuario.
Los hombres armados, presuntos miembros del grupo Estado Islámico (EI), también tomaron como rehenes un número desconocido de peregrinos chiitas dentro del santuario, pero las fuerzas de seguridad los liberaron después de un intenso enfrentamiento en el que mataron a todos los atacantes.
El enfrentamiento con los presuntos miembros del EI causó daños al santuario y provocó el incendio de algunos edificios en los alrededores.
El imán reverenciado es el hijo del imán Ali al-Hadi y hermano de Hasan al-Askari, el 10º, 11º y 12º imanes chiitas más venerados, respectivamente. El imán murió en el siglo IX y su tumba yace en el santuario con cúpula construido en Balad.
Irak es escenario de una oleada de violencia desde que el grupo terrorista EI se apoderó de parte del norte y oeste del país en junio de 2014.
El domingo, un militante del EI perpetró un ataque en la capital iraquí que dejó 292 muertos, indicó hoy con anterioridad el Ministerio de Salud de Irak.
Un atacante suicida detonó el domingo un auto lleno de explosivos en frente de un centro comercial en el distrito de negocios del sur de Bagdad, en el ataque más letal desde la invasión estadounidense de 2003.