El futuro de Perú se encuentra en la actividad turística y no en las actividades extractivas vinculadas a la minería o la pesca, destacó hoy el director de la Escuela de Turismo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Ricardo Aspilcueta.
"Perú debe apostar desde una perspectiva económica, es el turismo y no por la minería o la pesquería", dijo en entrevista a Xinhua el académico, quien trabaja en la formación de mano de obra calificada destinada al mercado laboral del sector turismo.
El año pasado el turismo aportó 3,9 por ciento al producto interno bruto (PIB) del Perú y generó unos 1,3 millones de empleos, directos e indirectos, de acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
"El turismo tiene recursos extraordinarios que debemos explotar más, porque solamente nos llegan poco más de tres millones y medio de turistas todos los años", sostuvo.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, anunció a finales de septiembre pasado ante representantes de la Cámara Nacional de Turismo, la meta de duplicar la llegada de visitantes al país, con el fin de alcanzar siete millones de turistas extranjeros en 2021, resaltó Aspilcueta.
"El presidente ha prometido que al término de su mandato, en los próximos cinco años, atraeremos siete millones de turistas, pero deberíamos ir un poco más allá y superar los 10 millones", subrayó.
Según el experto peruano, la meta de duplicar el ingreso de visitantes extranjeros para el 2021 en Perú puede ser un objetivo fácil de alcanzar si se mejora la planificación en este sector.
Con respecto a los retos que enfrenta Perú para captar un mayor flujo de turistas en los siguientes cinco años, el gobierno peruano debe mejorar la infraestructura en transporte, comentó.
Perú requiere "convertir varios productos culturales y recursos naturales en productos turísticos, pero para alcanzar esto se necesita contar con infraestructura de alta calidad", aclaró el director de la Escuela de Turismo de la UNMSM.
Aspilcueta enfatizó en la necesidad de que el país desarrolle una creatividad empresarial para revalorar los recursos que se pueden ofrecer a los visitantes extranjeros.
"Hay que ampliar las rutas aéreas, mejorando las terminales aéreas con que contamos actualmente, con la finalidad de que los visitantes extranjeros puedan viajar rápido y con comodidad", insistió.
También cuestionó el "centralismo asfixiante" que existe en el transporte aéreo del país, por la dependencia de Lima con respecto a otras ciudades importantes para el turismo como Cusco.
"De los tres millones y medio de turistas que ingresan anualmente a Perú, alrededor del 95 por ciento tiene que llegar primero a Lima y eso debe cambiar con la implementación de vuelos directos desde el exterior a ciudades como Cusco", precisó.
Aspilcueta propuso la liberalización de los vuelos directos desde y hacia las principales urbes del país, con la finalidad de que los turistas viajen directamente desde sus lugares de procedencia hacia ciudades andinas como Cusco o Arequipa.
"Hay que interrelacionar todos los sitios que ofrezcan atractivos para los visitantes extranjeros que llegan a Perú", recacló.
Según el experto, un turista de capacidad adquisitiva media se gasta unos 1.000 dólares durante una semana de estadía y, por lo tanto, contribuye en la generación de movimiento económico.
"Pero, al mismo tiempo, hay que propiciar para que el turista se quede más tiempo en Perú, por lo menos una semana, porque de acuerdo a los días de estadía se hacen más gastos", indicó el catedrático.
Entre otros aspectos, Aspilcueta destacó los nuevos gustos de los turistas del siglo XXI, que a diferencia de sus antecesores, ahora, le dan más prioridad a la visita de lugares históricos y culturales.
"Una de las tendencias más fuertes, que se viene desarrollando en el mundo es el denominado turismo cultural y tener en cuenta que no tenemos buenas playas, la mayoría de visitantes se orientan a conocer restos arqueológicos como la ciudadela inca Machu Picchu y las Pampa de Nazca", resaltó.
De acuerdo con Aspilcueta, en estos momentos la actividad turística en Perú aporta sólo el 3,9 por ciento a la economía peruana, por debajo de otras actividades productivas y de servicios, una situación que en su opinión puede revertirse.
Con un mayor flujo de turistas habrá un mayor aporte al PIB en los próximos años, "pero actualmente no es significativo, porque en estos momentos el mayor aporte procede de la minería y los productos agroindustriales", reiteró.
En la actualidad unas 500.000 peruanos viven directamente del turismo en el país, sector del cual dependen agencias de viajes, transportes, hoteles, restaurantes, productores de alimentos y artesanos.