Turquía y Rusia llegaron a un momento significativo en sus relaciones luego de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y su homólogo ruso, Vladimir Putin, dejaron de lado sus desacuerdos y firmaron hoy un acuerdo sobre energía al margen del XXIII Congreso Mundial sobre Energía en Estambul.
A pesar de las diferencias existentes en relación con Siria, los dos presidentes firmaron un acuerdo intergubernamental sobre el muy demorado proyecto de gas natural Turkish Stream.
El proyecto fue iniciado por Putin en el 2014 como una ruta alternativa al cancelado proyecto South Stream que pasaría por Bulgaria y busca suministrar gas ruso a Turquía y a los mercados europeos a través del mar Negro.
El proyecto fue suspendido después de que Turquía derribó un avión de combate ruso en noviembre de 2015, pero las negociaciones fueron reanudadas después de que Ankara y Moscú buscaron revivir sus lazos a fines de junio.
Más tarde, el proyecto fue incluido de nuevo en la agenda aunque redujo su capacidad total de 63.000 millones de metros cúbicos al año a 31.000 millones de metros cúbicos, el 15,75 será para Turquía y el resto para el este de Europa, dijo Necdet Pamir, experto en energía y profesor de la Universidad de Bilkent.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea por la anexión rusa de Crimea, dijo, son las razones principales para la decisión de Putin de normalizar los lazos con Ankara.
Putin "quiere entrar a los mercados turcos de gran potencial y consolidar los acuerdos actuales", señaló.
Por otra parte, Erdogan necesitaba el acercamiento a Moscú por los acontecimientos en Medio Oriente y las tensiones de Ankara con la UE y Estados Unidos, dijo Pamir a Xinhua.
El gasoducto preparará el terreno para que Rusia llegue a los mercados europeos en un momento en el que Moscú padece las sanciones económicas de la UE por Crimea, la cual dejó Ucrania para incorporarse a Rusia en el 2014 luego de un referendo, dijo.
"Turquía es nuestro vecino y es un socio importante para nosotros. Nuestro volumen comercial llegó a 35.000 millones de dólares en 2014, pero bajó cerca de 40 por ciento en los primeros ocho meses de 2016, en comparación con el mismo periodo de 2015, debido a la crisis diplomática", dijo hoy el ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, citado por el diario Hurriyet.
Además de Turkish Stream, otro proyecto crucial importante en la normalización de los lazos entre las dos naciones es la planta nuclear de Akkuyu.
"En el proceso de normalización, la energía es una de las áreas claves. Tanto Turkish Stream como la central de Akkuyu son proyectos cruciales que revivirán nuestros vínculos", dijo Novak.
Los helados vínculos entre Ankara y Moscú empezaron a descongelarse en junio cuando Erdogan escribió una carta a Putin para expresarle su profundo pesar por el incidente del avión.
Desde entonces, los dos países han normalizado cada vez más sus lazos con llamadas telefónicas y reuniones de sus líderes.