Un proyecto de protección ambiental en el Tíbet, suroeste de China, está tomando forma y comienza a generar mejoras, anunció hoy la Academia de Ciencias de China (ACCh).
"El Tíbet tiene uno de los medios ambientes de mejor calidad del mundo", dijo el vicepresidente del gobierno de la región autónoma del Tíbet, Wang Haizhou.
El Consejo de Estado aprobó en 2009 el "Plan para la Construcción y Protección de la Barrera de Seguridad Ecológica en el Tíbet (2008-2030)", destinado a mejorar aún más el medio ambiente en esta región suroccidental china.
Para evaluar la implementación del plan, la ACCh presentó hoy un informe de evaluación sobre el progreso alcanzado entre 2008 y 2014.
De acuerdo con el informe, el sistema ambiental de la meseta en el Tíbet es estable en términos generales y la cobertura de vegetación ha estado creciendo.
Las áreas que sufren de desertización han disminuido en 107.100 hectáreas.
Las medidas para volver la tierra de pastoreo en pastizales también han sido elogiadas y ha incrementado los ingresos de campesinos y pastores.
Además, ha habido un incremento importante en el uso de energía limpia para apoyar la agricultura y la crianza de animales, mientras que la vida de campesinos y pastores ha mejorado considerablemente. El uso de la nueva energía limpia ha alcanzado el 65,6 por ciento, lo que mitiga el daño a los bosques y pastizales.
El área de reserva natural del Tíbet ahora abarca 413.700 kilómetros cuadrados. El área de humedales bajo protección es de 4,31 millones de hectáreas o 65,98 por ciento de todos los humedales del Tíbet. Los animales y plantas raros también están siendo protegidos de manera efectiva, indica el informe.
Wang añadió que la calidad del agua en muchos ríos y lagos principales, como el río Yarlung Zangbo y el lago Namtso, son de Grado I o Grado II, los dos niveles más altos de calidad del agua.
La calidad del aire de las ciudades y poblados principales es buena y la mayoría de los bosques, pastizales, humedales y vida salvaje en el Tíbet siguen siendo originales, indicó Wang.
De acuerdo con el vicepresidente del ACCh, Zhang Yaping, para el proyecto los investigadores de la ACCh dedicaron tres años a la inspección de más de 10 zonas importantes, a la recolección de unas 1.300 muestras de tres áreas diferentes y 20 sitios de monitorización.
La ACCh analizó también los datos de teledetección en tres periodos desde 1990 y estudió los cambios ambientales en el Tíbet en los últimos 20 años.