Por Carlos Acat
LIMA, 14 dic (Xinhua) -- América Latina y El Caribe cierra el año con 25 millones de personas desempleadas, cinco millones más que en 2015, debido a la contracción de la economía regional, informó hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de las Naciones Unidas.
La tasa de desempleo en la región aumentó de 6,6 por ciento en 2015, a 8,1 por ciento en 2016, porcentaje que no se observaba desde comienzos de la década pasada, según el informe presentado por la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y El Caribe, con sede en la capital peruana.
El organismo calcula, además, que existen 134 millones de trabajadores empleados en condiciones de informalidad en América Latina y el Caribe, un fenómeno que plantea desafíos para los políticos en la región.
A esas cifras se suman el deterioro en la calidad del trabajo, la caída de los salarios reales y el empleo por cuenta propia, destacó la OIT en el documento "Panorama Laboral 2016: América Latina y El Caribe".
El aumento de la desocupación se produce en un contexto de contracción económica, de entre menos 0,6 y menos 0,9 por ciento previsto para 2016 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
En el promedio regional de crecimiento económico se reflejan diversas realidades, pues coexisten tasas positivas en América Central, El Caribe y México, con contracción en América del Sur, en especial Brasil, un país donde vive casi del 40 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) regional conformada por unas 294 millones de personas.
De acuerdo con el director regional de la OIT, José Salazar, los países de la región necesitan a corto plazo mitigar los impactos sociales y laborales negativos de la desaceleración económica, retornar a una senda de crecimiento y adoptar acciones para enfrentar los problemas estructurales de baja productividad y de falta de diversificación productiva de larga data.
En ese sentido, Salazar recomendó adoptar medidas que van desde acciones para mitigar el impacto, como el seguro de desempleo, esquemas de protección social, empleos de emergencia o temporales.
Una de las grandes formas de responder a ese panorama "es ser más ambiciosos en proyectos de infraestructura, ya sean financiados por fondos públicos o por préstamos", explicó.
"Los países necesitan obras de infraestructura, de desarrollo, que son una de las formas más fuertes de estimular las economías, lo que pasa es que toman tiempo, hay que tener los proyectos de infraestructura, hay que financiarlos, aprobarlos, entonces no es una cosa que se pueda hacer en dos o tres meses, salvo que ya vengan en una línea de trabajo", añadió.
La posibilidad de que la región vuelva a crecer en el futuro mediato e inmediato dependerá de la regularización de los procesos políticos internos que varios países están experimentando, como el curso que tomarán las relaciones comerciales, financieras y en materia de migración con Estados Unidos, puntualizó la OIT en el documento.
La desocupación afecta principalmente a mujeres y jóvenes, cuyas tasas de desempleo crecieron 1,3 y 3,2 puntos porcentuales en los tres primeros trimestres del año, respectivamente, en comparación con el mismo periodo de 2015.
Para 2017, se estima que la tasa de desocupación promedio regional se elevará a 8,4 por ciento, es decir 0,3 puntos porcentuales más que este año, pese a que el FMI y la CEPAL prevén una reactivación económica de 1,5 por ciento, a diferencia del promedio de 3 o 4 por ciento anual registrado en la década anterior.