El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, culmina cinco meses de gobierno, al cierre de 2016, con un diálogo nacional con la oposición, lo que le permitiría gobernar hasta cumplir su mandato en 2021, pese a contar con fuerte oposición en el Congreso.
Las dos últimas semanas reflejaron la habilidad política de Kuczynski, un experimentado economista de 78 años de edad, quien logró sortear una crisis política promovida por la oposición que censuró al ex ministro de Educación, Jaime Saavedra y quien finalmente renunció a su cargo.
Semanas antes, Kuczynski también había afrontado la renuncia del titular del Ministerio de Defensa (Mindef), Mariano González, acusado de favorecer a su compañera sentimental con el cargo de asesora en el mismo portafolio.
"Las reuniones con los diferentes partidos han sido positivas, han generado una armonía a fin de año, lo que es importante", subrayó el mandatario poco después de concluir una serie de reuniones, que inició el pasado 19 de diciembre con la líder del partido de oposición Fuerza Popular (FP), Keiko Fujimori.
La cita con la líder opositora fue recibida con tibieza por los peruanos, debido a que el Ejecutivo necesita acuerdos con el Congreso, donde el partido de Fujimori cuenta con 72 parlamentarios de un total de 130, mientras que Kuczynski cuenta con 17 legisladores.
Al respecto, el analista político Martín Santiváñez manifestó su optimismo de que el gesto de apertura mostrado por Kuczynski es un paso positivo para las buenas relaciones entre el oficialismo y la oposición.
"Es positivo para los actores, pero también para nosotros como pueblo, para el pueblo peruano. Hay que favorecer un clima de diálogo y un clima de concordia entre las fuerzas políticas", expresó.
Santiváñez también recalcó la necesidad de institucionalizar los mecanismos de diálogo en Perú.
"Cuando falta un mecanismo, un procedimiento normal para entablar el diálogo por encima del poder político, tenemos como alternativa la autoridad de las personas", subrayó el analista.
Para el investigador Julio Schiappa, el diálogo emprendido por el presidente Kuczynski ha logrado un periodo corto de estabilidad política y gobernabilidad, sin embargo, no ha resuelto los problemas inmediatos de la población.
"El acuerdo se centra en leyes, se centra en hacer cosas en el Congreso, pero hoy día el escenario para la gente está en que le resuelvan sus problemas en la calle, la educación y la seguridad", anotó.
Schiappa consideró que un eventual Acuerdo Nacional, estructurado sobre los temas que se han discutido durante los encuentros entre los principales líderes políticos de Perú, también debe tener en cuenta las expectativas sociales de la población.
"Tenemos temas realmente importantes sobre los cuales el Acuerdo Nacional no ha tenido qué hacer, y en mi opinión ahí hay un problema, porque la gente se está impacientando", subrayó el experto.
El Acuerdo Nacional nació en 2002 durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), con el fin de encauzar un diálogo permanente con miras a desarrollar un plan de acción sostenido en el tiempo, en ese entonces Kuczynski era ministro de Economía y Finanzas y luego fue presidente del Consejo de Ministros (CM).
El actual gobierno de Kuczynski inició estableciendo un diálogo con el Congreso de mayoría opositora y logró, gracias a su habilidad política, obtener facultades legislativas de parte del órgano con mayoría fujimoristas.
Gracias a la obtención de esas facultades legislativas, la actual gestión logró avances económicos que tuvieron repercusión positiva en el desarrollo de la economía peruana.
La conversación inicial entre Kuczynski y FP, permitió al gobierno la implementación de una reforma fiscal y la facilitación administrativa para la apertura y la formalización de empresas, en un país donde un 70 por ciento es economía informal.
El jefe de Estado dirigió esta capacidad de concertación en el campo económico y, según el Banco Central de Reserva (BCR), durante el 2016 Perú alcanzará una expansión económica de 4,0 por ciento, por encima del año pasado que fue de 3,26 por ciento, manteniendo un índice inflacionario en poco más de tres por ciento.
No obstante, este mes se dio a conocer un tema que puede transformar el 2017 de manera impredecible para Perú: el acuerdo de delación entre la justicia de Estados Unidos y la empresa brasileña Odebrecht.
Según la información proporcionada por Estados Unidos, la constructora brasileña habría reconocido el pago de sobornos en Perú por 29 millones de dólares entre el 2005 y 2014, con el fin de lograr grandes contratos para la ejecución de obras públicas en infraestructura.
El caso de los sobornos será analizado no sólo por el Ministerio Público (Fiscalía), sino también por el Congreso Nacional mediante una comisión que se instalará a principios de enero de 2017.
Según las fechas del documento suscrito por la justicia estadounidense y la Odebrecht, los sobornos, en el caso del Perú, habrían ocurrido durante los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).