BUENOS AIRES, 12 ene (Xinhua) -- La economía de China atravesó con solidez el año pasado, con la expectativa de encarar reformas dinámicas en 2017 a fin de sostenerse como motor mundial, señalaron las expertas argentinas Cecilia Peralta y Nadia Radulovich.
En una entrevista con Xinhua, las analistas, cofundadoras de Asia Viewers, un equipo de especialistas dedicado a la investigación sobre temas de Asia, mencionaron que el gobierno chino en 2016 puso en marcha su nuevo plan quinquenal, con metas en distintas áreas y reformas estructurales ambiciosas, "haciendo foco en la consolidación de su economía y en la mejora en el bienestar de sus habitantes".
"Según lo estipulado en ese plan, los objetivos a alcanzar son: un crecimiento anual promedio del producto en el orden del 6,5 por ciento desde el año 2016 al año 2020 y duplicar el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en 2010; una tasa de urbanización del 60 por ciento de la población para 2020; reducción de las emisiones propiciando un crecimiento con producción limpia; y 55,75 millones más de personas en el sistema de seguridad social y fuera de la pobreza para 2020, entre otros", repasaron las expertas.
El año pasado, "la economía de China experimentó diversos desafíos: momentos de menor crecimiento pero con gran capacidad de recuperación mediante políticas monetarias y fiscales activas, salidas de capitales que empujaron a la desvalorización del yuan, desbalances por el lado de la oferta agregada y el desafío de la reconversión de las empresas que forman parte del Estado y la apertura del sistema financiero", mencionaron.
En esa línea, Peralta dijo que "más allá de estos grandes desafíos, la economía mostró solidez en su crecimiento, donde en los primeros tres trimestres de 2016 la tasa de crecimiento fue del 6,7 por ciento y esperando que el día 18 de enero, cuando se anuncie el cuarto trimestre y el crecimiento del año completo, muestre el mismo comportamiento, con superávit por cuenta corriente y enormes reservas de divisas".
"Sin embargo, uno de los mayores retos para 2017 se encontrará en alcanzar un balance en su estructura productiva manteniendo o mejorando los niveles de empleo", añadió la economista, miembro del Grupo China del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
En su visión, "la meta de crecimiento para el año 2017 manifestada por el gobierno chino y regida por las metas del plan quinquenal será que dicha tasa se encuentre entre el 6,5 por ciento y el 7 por ciento. Esto implicará seguramente ajustes muy dinámicos en las diferentes políticas a llevar adelante con la necesidad de poder balancear la demanda agregada interna con la demanda externa y adecuar la oferta agregada en un contexto mundial de incertidumbre donde aún no se encuentra muy claro cuál es el rumbo real que tomará Estados Unidos".
Por su parte, Radulovich, licenciada en Estudios Orientales de la Universidad del Salvador y también integrante del Grupo China del CARI, indicó que "el proceso de reconversión industrial, la inversión en innovación al servicio de ese proceso y la reestructuración de las empresas públicas serán el eje de la política que China llevará adelante durante los próximos años".
Enfatizó que "para el gobierno chino la prioridad y el foco siempre estará puesto en el bienestar social y en el empleo, como lo marca en su plan quinquenal y en todos los discursos de los funcionarios".
Para las consultoras argentinas, "la inversión en infraestructura será otro de los grandes tópicos; ciudades en expansión alineadas junto al proceso de urbanización previsto será otro de los pilares, que a la vez se espera que sea uno de los mecanismos para amortiguar la baja en la actividad inmobiliaria que se estima, así como también una desaceleración en el crecimiento del consumo".
"Ciudades con grandes obras de infraestructura, con concepto de ciudades verdes y tecnológicas será la premisa de esta nueva urbanización que se espera genere con un impacto totalmente marcado en la economía real", auguraron.
Del mismo modo, Peralta y Radulovich estimaron que "la inversión extranjera directa y la entrada de capitales es otro de los puntos en los cuales el gobierno chino tendrá especial atención, no sólo por temas de competitividad, sino que también por temas de estabilización de su moneda y la armonía necesaria para la internacionalización de la misma".
"Sin dudas el 2017 será un año de grandes desafíos para la República Popular China en materia económica. El gobierno del presidente Xi Jinping deberá poner su máximo esfuerzo en el direccionamiento de su política fiscal y en la mejora de la productividad y eficiencia de sus empresas", afirmaron.
En su último informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que China contribuyó con un 1,2 por ciento al crecimiento de la economía global en 2016, cuando Estados Unidos aportó un 0,3 por ciento y Europa un 0,2 por ciento.