VANCOUVER, Canadá, 31 ene (Xinhua) -- Una investigación conjunta canadiense-china descubrió que las reacciones bioquímicas que causan la enfermedad de Alzheimer podrían empezar en el útero o justo después del nacimiento si el feto o recién nacido no recibe suficiente vitamina A.
El estudio también mostró que los suplementos con vitamina A administrados a los recién nacidos podrían ser efectivos en la desaceleración de la enfermedad cerebral degenerativa.
Los hallazgos se basan en estudios realizados en ratones modificados genéticamente. La investigación fue anunciada la semana pasada por la Universidad de Columbia Británica (UBC, por sus siglas en inglés) en Vancouver, oeste de Canadá.
El estudio fue llevado a cabo por el Dr. Weihong Song en la UBC y por el Dr. Tingyu Li junto con otros especialistas en el Hospital Infantil de la Universidad Médica de Chongqing, en el suroeste de China.
"Nuestro estudio muestra con toda claridad que la deficiencia marginal de vitamina A, incluso durante el embarazo, afecta el desarrollo del cerebro y tiene un efecto duradero que podría facilitar el mal de Alzheimer en la vida posterior", declaró Song, un profesor de psiquiatría en la UBC y presidente de Investigación de Canadá de la Enfermedad de Alzheimer.
Song comentó a Xinhua el lunes que sus hallazgos fueron resultado de un proyecto de investigación de cinco años que se basa en los estudios previos que vincularon los bajos niveles de vitamina A con el deterioro cognitivo.
Los investigadores estudiaron a 330 ancianos en Chongqing y descubrieron que 75 por ciento de quienes padecían una deficiencia moderada o significativa de vitamina A presentaban deterioro cognitivo, en comparación con 47 por ciento de quienes tenían niveles normales de vitamina A.
"Como la vitamina A está correlacionada o asociada a la demencia y al deterioro cognitivo en los ancianos, consideramos que podríamos revisar si la deficiencia de vitamina A en las etapas tempranas (de la vida) tiene algún efecto en las etapas posteriores de desarrollo del Alzheimer. Allí fue de donde partimos", comentó.
La deficiencia de vitamina A es más común en los países en desarrollo y en áreas pobres, aseguró Song.
"De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud, existen cerca 200 millones de niños de preescolar que padecen deficiencia de vitamina A y cerca de 20 millones de mujeres embarazadas que tienen niveles deficientes de la vitamia", indicó.
Los investigadores examinaron los efectos de la privación de vitamina A en el útero e infancia en ratones modelo de Alzheimer.
Las etapas tempranas de desarrollo son periodos cruciales durante los cuales el tejido cerebral es "programado" para el resto de la vida de una persona.
Song indicó que hallaron que incluso una leve deficiencia de vitamina A incrementó la producción de beta amiloide, la proteína que forma las placas que asfixian y matan neuronas en la enfermedad de Alzheimer.
También descubrieron que sus ratones de prueba, cuando fueron privados de la vitamina A, tuvieron un peor desempeño de adultos en una prueba estándar de aprendizaje y memoria.
Incluso cuando los ratones privados de vitamina A en el útero recibieron una dieta normal cuando eran cachorros, se desempeñaron peor que los ratones que recibieron una cantidad normal del nutriente en el útero, pero fueron privados de la vitamina después de nacer. Song dijo que eso significa que el daño al cerebro ya se había provocado estando en el útero.
Los investigadores señalaron que sus hallazgos también muestran que es posible cierta reversión. Los ratones que fueron privados de la vitamina A en el útero pero recibieron suplementos inmediatamente después de nacer se desempeñaron mejor en las pruebas que los ratones que no recibieron los suplementos.
"En ciertos casos, proporcionar suplementos a los ratones modelo del mal de Alzheimer recién nacidos pudo reducir el nivel de beta amiloide y mejoró los déficits de aprendizaje y de memoria", afirmó. "Es decir, entre más pronto mejor", agregó.
Song subrayó que las mujeres embarazadas no deben preocuparse demasiado por estos hallazgos. Las embarazadas no deben ingerir una cantidad excesiva de suplementos de vitamina A y más bien deben enfocarse en tener una dieta saludable y equilibrada para garantizar niveles adecuados de nutrientes.
La vitamina A es muy importante para el desarrollo del cerebro, los ojos, la piel y el sistema inmune y se encuentra en alimentos como zanahorias, vegetales de hojas verdes, papas dulces e hígado, indicó Song.
"No sugiero que una mujer embarazada que tenga una dieta balanceada consuma vitamina A porque en exceso, la vitamina A es perjudicial para el desarrollo embrionario. Podría ocasionar defectos de nacimiento", advirtió.
El próximo paso en la investigación podría ser estudiar si existen tasas más altas del mal de Alzheimer en países en desarrollo y en comunidades pobres, señaló.
"Si se observa el mundo de bajos ingresos, la expectativa de vida es muy corta", dijo. Las enfermedades cognitivas tienden a aparecer a los 60 años o posteriormente, lo que representa un desafío para evaluar la salud cognitiva en pacientes ancianos con una deficiente nutrición.