Graduado de Yale ayuda a transformar un pueblo remoto
Hunan, 21/02/2017 (El Pueblo en Línea) - Si viajas hacia el sur de Changsha, capital de la provincia de Hunan, y después de casi tres horas de carretera, te encontrarás perdido en el campo, entre calles estrechas y casas viejas, donde las tierras de cultivo parecen todas iguales.
Sólo la gente local puede ayudarte a encontrar tu destino: un pequeño pueblo de nombre Baiyun, que literalmente significa nube blanca.
Ahí es donde trabaja y vive Qin Yuefei.
Como el primer oficial del pueblo perteneciente a la Ivy League de China, Qin Yuefei, de 32 años, ha recibido recientemente el premio Touching China de la Televisión Central de China, que reconoce a los personajes más inspiradores del país, a principios de febrero.
Tras graduarse de la Universidad de Yale en 2011, con especialidad en ciencias políticas y economía, y a diferencia de la mayoría de los estudiantes chinos de ultramar que realizan trabajos bien pagados en Nueva York o Beijing, Qin ha estado cobrando menos de 2.000 yuanes al mes como jefe de un pueblo perdido durante los últimos seis años.
"Mucha gente cuestiona mi decisión. ¿Por qué un graduado de Yale llegó a trabajar en un pueblo empobrecido en medio de la nada? ¿Estás loco?", dice Qin, en un edificio de cuatro plantas, donde los funcionarios de la aldea mantienen reuniones de trabajo y donde vive Qin.
"¿Por qué no? La comida es saludable y segura, las vistas desde mi ventana son hermosos, y no tengo que pagar alquiler", bromea.
Qin nació en Chongqing, suroeste provincia de Sichuan. Su madre, que toca muy bien el violín y la gimnasia, puso a Qin a estudiar inglés cuando tenía dos años. Para darle a su hijo una mejor educación, Qin estudió en escuelas de primaria de Beijing y Shanghai. Con la ayuda de sus familiares, no tuvo problemas para costear sus estudios.
En 2005, Qin se graduó de la escuela secundaria Chongqing Nankai, aprobó el SAT con una puntuación alta y consiguió la máxima puntuación en el examen TOEFL, que le permitió recibir una beca de estudios de la Universidad de Yale.
"Lo que aprendí de Yale es cómo encontrar la raíz de los problemas y utilizar un método científico para resolverlos. La China rural me interesa. Hay muchos padres, al igual que mis padres, con la esperanza de ofrecer a sus hijos una vida mejor y educación. Quiero ayudar", dice Qin, añadiendo que sus padres siempre han apoyado su decisión.
También se inspiró en Teach For America, una organización sin fines de lucro fundada por Wendy Kopp en 1989 basada en su tesis de la Universidad de Princeton para reclutar a los mejores graduados universitarios de Estados Unidos y enseñar en algunas de las zonas más pobres de EE.UU.
En 2005, el gobierno chino comenzó a alentar a los graduados universitarios a trabajar en los pueblos de China para mejorar y fortalecer la administración rural, así como para crear más empleos para los graduados. El gobierno ofrece una política preferencial a los graduados que trabajen como funcionarios en pueblos, como la obtención de puntos extras en el examen post-grado o examen de funcionariado.
Es una buena noticia para los graduados universitarios chinos, que se enfrentan a una fuerte competencia para los puestos de trabajo. Qin es uno de más de 220.000 graduados universitarios que está sirviendo como jefe de un pueblo de las más de 500.000 aldeas administrativas del país en el año 2015.
También suscita un debate sobre esta generación, la de los nacidos en los años 80, la primera bajo la política de un solo hijo. Sin hermanos, crecieron recibiendo toda la atención y cuidados en exceso de sus familias. Su crecimiento está muy influenciado por la económica de las reformas, el consumo de masas y la cultura pop occidental.
¿Están dispuestos a vivir rodeados de las dificultades de las zonas rurales? ¿Lo hacen por el simple hecho de los beneficios personales? ¿Cuánto van a contribuir su ayuda a los pueblos?