LHASA, 11 may (Xinhua) -- La región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, ha puesto en marcha una gran campaña para retirar la basura y los restos que han ido dejando los escaladores en los campamentos diseminados por el área de gran altitud del monte Qomolangma, conocido en Occidente como Everest.
Las labores de limpieza, que arrancaron el 6 de mayo y se prolongarán nueve días, se están desarrollando en campamentos que se encuentran a entre 5.200 y 6.500 metros en la cara norte de la montaña más alta del mundo.
El subdirector de la administración de deportes del Tíbet, Nyima Cering, indicó que esta es la primera vez que la administración trabaja con el gobierno del distrito de Tingri, en la prefectura de Xigaze, en una campaña de este tipo.
Cering señaló que el aumento de la actividad humana ha provocado la acumulación de niveles inaceptables de desechos en el "techo del mundo".
El equipo oficial, en el que participan voluntarios tanto chinos como extranjeros, ha recogido cuatro toneladas de basura en los cinco primeros días.
El gobierno del Tíbet planea instalar estaciones de separación, reciclaje y degradación en las áreas de acampada.
Unas 60.000 personas visitan la cara norte del Qomolangma cada año y en sus ascensos dejan latas, bolsas de plástico, equipos para calentarse, tiendas que ya no utilizan, tanques de oxígeno y material empleado para la escalada.
El presidente de la firma suiza Kobler, Kari Kobler, de 62 años y uno de los voluntarios, elogió la campaña de limpieza de China y la consideró una señal de la mayor conciencia medioambiental del país. Kobler ha escalado la montaña muchas veces en los últimos 17 años y es un gran aficionado a este deporte.
Cering, por su parte, explicó que el gobierno del Tíbet ha estado analizando sistemas para deshacerse de la basura que sean adecuados para las zonas de gran altitud, con la intención de hacer frente a los efectos negativos de la actividad humana en el entorno.