El budismo chino abraza las tecnologías de punta |
Monje del Templo Longquan junto al robot Xian'er(Foto: archivo)
Beijing,20/04/2017(El Pueblo en Línea)-Los budistas chinos buscan maneras nuevas de predicar las enseñanzas del Buda, usando tecnologías de punta, la Internet y la inteligencia artificial.
En su intervención durante la “Cumbre sobre el Desarrollo y Futuro de Internet”celebrada en Nanjing, el monje Xiandu -maestro del Templo Longquan de Beijing-destacó que el rápidodesarrollo de la tecnología no entra en conflicto con la prédica budista.
"A medida que los avances materiales y tecnológicos son aparentemente infinitos, los hombres comienzan a considerar el camino espiritual, ponderan la paz interior, la inteligencia y el significado de la vida.La tecnología sin inteligencia es como aviones sin piloto.Los budistas también han estado buscando maneras de actualizar la forma de predicar las enseñanzas del Buda", explicó el monje Xiandu.
El Templo de Longquan es famoso por su abrazo a la tecnología de punta, debido a que muchos maestros y monjes son graduados de carreras de ciencia y tecnología. El propio maestro Xiandu tiene un postgrado en ciencias de la computación. El año pasado, el templo presentó su robot Xian'er.
El maestro Shuguang del Templo Foding de Nanjing concuerda con que el rápido desarrollo de internet en China está ejerciendo una profunda influencia sobre el budismo, ya que numerosos textos clásicos ya han sido digitalizados y se pueden consultar con relativa facilidad.
De los 32.000 templos budistas que hay en China, cerca de 10.000 utilizan internet para su gestión administrativa, comunicación pública y predicación en línea.
"Internet es una herramienta esencial para el trabajo de los templos modernos.La tecnología actual logra satisfacer muchasnecesidades humanas, pero no soluciona los problemas ontológicos más complejos como el camino para una vida plena, una muerte desapegada, la libertad consciente y vencer el sufrimiento ante lo efímero, ilusorio y transitorio de todos los procesos de este mundo”, concluyó el maestro Shuguang.