El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), reafirmó hoy su intención de postularse a la presidencia brasileña en las elecciones generales de 2018.
En un acto con sus simpatizantes en Curitiba (sur), tras declarar ante el juez Sergio Moro, de la Operación Lava Jato (Lavadero), Da Silva también dijo que no quiere "ser juzgado por interpretaciones, quiero ser juzgado por pruebas", sugiriendo que las acusaciones en su contra no tienen fundamentos.
Durante cinco horas, Lula respondió a las acusaciones de obtener "ventajas indebidas" de la constructora OAS, a través de un departamento en Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, y por el costo de transporte y almacenamiento de regalos recibidos durante sus dos mandatos presidenciales.
Luego de sus declaraciones, en un acto en la plaza Santos Andrade en el centro de Curitiba, el ex presidente aseguró que es objeto de una persecución política y dijo que está "con más ganas que nunca" de ser candidato.
"Estoy vivo y me estoy preparando para ser presidente de este país. Nunca tuve tanta voluntad. Quiero probar una vez más que si la elite brasileña no tiene competencia para arreglar este país, un metalúrgico puede y va a arreglar este país", afirmó.
Asimismo, el ex presidente agradeció a sus simpatizantes el esfuerzo de haber llegado "desde todos los estados de Brasil" y dijo que "si no fuese por ustedes yo no soportaría lo que están haciendo conmigo".
"Ya participé en muchas manifestaciones (...) pero ninguna es tan gratificante como saber que ustedes confían en alguien que está siendo masacrado por acusaciones", resaltó.
Según los organizadores del acto político, más de 50.000 personas se concentraron en la plaza Santos Andrade en apoyo al ex mandatario.
Además, Lula aseguró a los presentes que "mi relación con ustedes es de un proyecto de país y de una sociedad civilizada", que comenzó "con sus abuelos, con sus padres y ahora continúa con ustedes".
"Habrá un momento en que la historia va a mostrar que nadie fue tan perseguido en la historia de Brasil como lo estoy siendo yo. Nadie hizo lo que hicieron con la presidenta Dima Rousseff que fue electa democráticamente", resaltó.
Dilma Rousseff, ex presidenta destituida por un proceso de impeachment, junto a numerosos legisladores del Partido de los Trabajadores (PT) y de fuerzas aliadas, también se hicieron presentes en Curitiba para respaldar a su mentor político.
Lula dijo que asistirá a "cuantas audiencias sea necesario", y aseguró que "si hay un brasileño, si hay un ser humano que está en busca de la verdad, ese soy yo".
El ex mandatario respondió a las preguntas del magistrado por más de dos horas, tras lo cual hubo una pausa y luego sucedieron las preguntas del Ministerio Público y de los abogados de la defensa.
El interrogatorio fue grabado en video y será divulgado la noche de este miércoles por la Justicia Federal.
El ex presidente se defendió de las acusaciones de los delitos de corrupción y lavado de dinero en el marco de la Operación Lava Jato (Lavadero).
El Ministerio Público lo imputa de haber recibido 3,7 millones de reales (1,15 millones de dólares) en sobornos de la constructora OAS, a través de un departamento en Guarujá y por el almacenamiento de bienes del archivo presidencial entre 2011 y 2016.
La causa en contra de Lula es determinante para el proceso político brasileño de los próximos meses.
En caso de ser condenado y de que la sentencia sea confirmada por un tribunal superior, Lula quedaría automáticamente inhabilitado para postulares a las elecciones presidenciales de 2018.