Última hora:  
español>>Sociedad

Estudio alerta riesgos en bioma Caatinga de Brasil

Actualizado a las 14/05/2017 - 11:12
Palabras clave:

RIO DE JANEIRO, 13 may (Xinhua) -- Un estudio de la Fundación Joaquim Nabuco (Fundaj) realizado en los últimos tres años en 14 unidades naturales de conservación integral en el bioma Caatinga, en el nordeste de Brasil, mostró la ocupación irregular de tierras, deforestación y la falta de vigilancia.

Los datos constan en el informe "Atlas de las Caatingas", divulgado hoy en Brasil, el cual reúne detalles de la tierra y de la flora en cada una de las áreas estudiadas.

La Caatinga, nombre del pueblo indígena tupi que significa bosque blanco, es uno de los biomas menos estudiados del país, el cual se extiende por 10 estados y comprende el 10 por ciento del territorio nacional, con 844.000 kilómetros cuadrados.

El bioma Caatinga es famoso por su paisaje en la estación seca, cuando los árboles pierden sus hojas y la vegetación se vuelve gris y quebradiza.

El estudio de la Fundaj cartografió alrededor del 1 por ciento de ese territorio.

En su trabajo, los investigadores recorrieron más de 22.000 kilómetros a través de las 14 áreas protegidas, todas gestionadas por el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) y en donde no se permite el desarrollo de actividades económica, con excepción del turismo y de la investigación científica.

Para llegar a un diagnóstico, se entrevistó a los jefes de las unidades de conservación, al personal de ICMBio, a residentes de la región y a profesores que desarrollan estudios en la región.

Según el investigador Neison Freire, titular de la Fundaj que coordinó el estudio, cada unidad tiene problemas específicos, pero la falta de recursos humanos y financieros es una constante y termina por agravar las dificultades locales.

"Los problemas de gestión se encuentran en todas partes. No son locales, sino más bien federales, debido a la escasa atención que recibe ese bioma, el único exclusivamente brasileño", explicó Freire.

La sociedad también representa una amenaza a esas áreas protegidas. Tras su creación, las poblaciones que viven o trabajan en la zona deben ser compensadas y reasentadas.

Además de la resistencia mostrada por las comunidades tradicionales, como indígenas y descendientes de esclavos, los agricultores y pequeños terratenientes también ocupan de manera ilegal estos territorios.

"Algunos fueron indemnizados y no quieren irse y otros especulan para lograr una mayor apreciación de la tierra antes de que se vayan, lo cual trae muchos problemas para la gestión y la supervisión de las unidades", dijo Freire.

En opinión de Freire, la unidad que sufre más problemas es el Parque Nacional Catimbau, estado de Pernambuco, ya que no cuenta con una oficina de ICMBio y su demarcación todavía no ha sido definida.

También se registran en el área conflictos por la tierra y el corte ilegal de madera.

Otra unidad que se enfrenta a desafíos es considerada una joya turística de Brasil, el Parque Nacional de Chapada Diamantina.

"Tenemos, por una parte, el agronegocio, que utiliza muchos fertilizantes, que contaminan ríos y masas de agua, y, por otra parte, una especulación muy fuerte", dijo.

De acuerdo con el investigador, en la ciudad turística de Lencois, estado de Bahía, las zonas protegidas son divididas para la construcción de albergues, no por residentes locales, sino por empresarios del sur del país.

El Atlas de las Caatingas incluye recomendaciones para la protección efectiva de las áreas estudiadas, entre las cuales se incluyen la monitorización sistemática con drones, torres de observación y la contratación de brigadas, sobre todo durante los periodos de sequía, para combatir incendios forestales.

El estudio se llevó a cabo en asociación con la Universidad Federal de Campina Grande de diciembre de 2013 a diciembre de 2016.  

Noticias relacionadas:

PTV videoMás

Entrevista al embajador argentino en China, Diego Ramiro Guelar: “China emite señales de seguridad y paz para todo el mundo”

EnfoqueMás

Pornografía, violencia y plagio: los libros electrónicos de baja calidad que irritan a los lectores chinos