GAZA, 29 may (Xinhua) -- Amira Mahmoud, de 34 años, en algún momento se vio imposibilitada para encontrar una fuente de financiamiento para reabrir su pequeño supermercado en la localidad de Rafah en el sur de la Franja de Gaza, el cual fue saqueado durante la ofensiva militar israelí de 50 días contra Gaza en el 2014.
El supermercado, la única tienda de abarrotes que podría encontrarse en esta parte del sur de la Franja de Gaza, era la única fuente de sustento para Mahmoud, madre de tres hijos y con un esposo desempleado. Amira ha sido el único sustento de la familia y además cuida a su madre enferma.
"Mis hijos están afectados y presentan ansiedad traumática desde la última guerra contra la Franja de Gaza, dijo a Xinhua la mujer, quien lleva un pañuelo rojo en la cabeza y un vestido de manga larga. "Yo llevaba a mi hijo de cuatro años a terapia porque se hacía daño solo".
Pero con la ayuda de Acción contra el Hambre, una organización humanitaria global que toma medidas contra las causas y efectos del hambre y se asegura de que las familias tengan acceso a agua limpia, alimentos, capacitación y atención médica, Amira Mahmoud pudo reabrir su tienda y mejorarla en el 2016.
Antes de reabrir la tienda de abarrotes, la mujer y su familia llevaban una vida muy difícil en el enclave costero sometido a un duro bloqueo israelí desde hace más de 10 años.
"Ya no tengo que reducir mis comidas para alimentar a mis hijos y puedo comprar cosas saludables como frutas, vegetales y pescado", dijo la mujer, quien también es una activista ambiental.
Amira Mahmoud señala que ahora puede llevar a sus hijos a sitios relajantes a tomar el aire fresco, "lo que reduce su angustia mental".
Ahora la mujer sueña con construir su propia casa con dos pequeñas habitaciones para sus hijos y una cocina bien equipada. Mahmoud conversa activamente sobre la capacitación comercial de Acción contra el Hambre en donde aprendió a llevar el registro de pérdidas y ganancias.
"He conocido a todo tipo de mujeres beneficiarias en este programa y también hablamos de problemas personales, además de compartir ideas de negocios", dijo.
"Quiero ampliar mi supermercado y convertirlo en una marca famosa en toda la provincia", agregó.
El 23 de mayo, representantes de Acción contra el Hambre en los territorios palestinos realizaron en Gaza una exposición de fotografía de historias de éxito de 10 mujeres de todo el enclave que se han convertido en el sustento de sus familias con la ayuda de la organización.
Gonzalo Codina, director por país de Acción contra el Hambre, dijo a Xinhua que el título de la exposición, "Diez lecturas de una década de bloqueo" se refiere a los 10 años de duro bloqueo israelí contra el territorio desde que el movimiento islámico Hamas tomó el control.
"Esta exposición es una mirada privilegiada a la vida de las mujeres palestinas que son el sostén de la familia en la Franja de Gaza", dijo. "La exposición incluye fotos e historias íntimas que ilustran el devastador impacto del bloqueo israelí impuesto al enclave y de las guerras libradas en su contra".
Acción contra el Hambre abrió en Palestina en el 2002 e inauguró una oficina en Gaza en el 2006, dijo Codina, quien agregó que su organización, un grupo humanitario español, proporciona ayuda para mejorar la vida diaria, combatir el hambre, asegurar el alimento y atender los problemas de agua sobre todo en la Franja de Gaza.
Sujood Bader, una mujer de Gaza de 38 años de edad, es una de las beneficiarias de la exposición. Es sorda y tiene una niña pequeña con una enorme cicatriz por quemadura en la cara. Su esposo murió durante la guerra.
La cicatriz de su hija condujo la conversación hacia los horrores de la última guerra que Israel libró contra la Franja de Gaza en el 2014. Su casa fue bombardeada cuando la familia dormía. La mujer resultó severamente quemada y perdió la audición de uno de los oídos. Su esposo murió de inmediato.
"Mi hija de siete años fue encontrada bajo el cuerpo de su padre muerto", dijo Bader. "La han sometido a cirugía plástica pero todavía necesita cremas muy caras para tratar as quemaduras. La niña dejó de hablar durante un tiempo por causa de la conmoción".
Luego de que el bombardeo destruyó su casa, Bader tuvo que refugiarse en una escuela hasta el fin de la guerra cuando recibió ayuda en efectivo para rentar una casa.
"Mi esposo solía vender o'ouga (donas dulces) y no teníamos ahorros", dijo Bader. "Después de la guerra yo y mi hija tuvimos que depender de los cupones para alimentos y del apoyo de vecinos y familiares".
Con el apoyo de Acción contra el Hambre, Bader finalmente inició un negocio de renta de sillas para bodas o funerales.
"Puse un letrero afuera y le digo a todos que rento sillas", dijo.
Bader ahora se encuentra activa y se muestra ambiciosa pues sueña con combinar en el futuro su actual negocio con la fotografía.
"Durante la guerra me di cuenta de lo importante que es documentar el sufrimiento de la gente. Y eso se puede hacer con la fotografía", dijo.