Áreas rurales de China impulsan ventas de vehículos de nueva energía

Xinhua  2017:08:15.16:26

BEIJING, 15 ago (Xinhua) -- Después de que el mercado de los vehículos de nueva energía sufriese en 2016, se prevé que sus ventas suban este año un 51,8 por ciento en China, según los expertos citados en un artículo publicado el lunes por China Daily.

El Libro Azul de Vehículos de Nueva Energía, que se publicó este mes, estimó que el volumen anual de ventas de este tipo de automóviles llegaría a 700.000 en el país asiático. La mayoría de ellos serán adquiridos en mercados de nivel inferior en zonas rurales, según el documento.

"El volumen de ventas de vehículos que emplean electricidad en un sentido amplio podría ser mayor, ya que las autoridades no reconocen los coches híbridos como vehículos de nueva energía", aseguró John Zeng, director gerente de la Consultora Automotriz LMC (Shanghai). Los híbridos, que consumen principalmente gasolina de una manera más eficiente, son considerados coches de gasolina en el mercado de automóviles más grande del mundo.

"Las estadísticas oficiales cuentan solo los vehículos de nueva energía que son elegibles para ser subsidiados", añadió.

El Centro de Tecnología e Investigación Automotriz de China estimó que los autos eléctricos más populares serían los de segmentos más económicos, que tendrían una mayor aceptación en las zonas rurales.

Asimismo, Zeng analizó que los vehículos de gama baja, que cuestan menos de 100.000 yuanes (15.015 dólares) tras los subsidios, serían los más aceptados por el mercado.

Los coches eléctricos se limitan, normalmente, a trayectos cortos, por eso los clientes están menos interesados en los modelos con mayor autonomía, y que, por lo tanto, son más caros, explicó.

"Los que valen más de 100.000 yuanes, y tienen baterías más grandes, no serán populares, ya que los clientes percibirán subsidios similares a los obtenidos por un automóvil más barato. Solo un puñado abonará entre 200.000 y 300.000 yuanes por un coche que creen no conducirán en distancias más largas", agregó.

"Además, hay un gran número de coches pequeños que alcanzan poca velocidad, con un coste de unos 30.000 yuanes, que se venden principalmente en las zonas de campo", explicó. Este tipo de vehículos se utilizan generalmente en caminos rurales y no están incluidos en las estadísticas de automóviles eléctricos nacionales, añadió.

Estos vehículos, que son similares a carros cerrados de golf, están manufacturados generalmente por fabricantes de vehículos agrícolas y distribuidos principalmente en zonas rurales, especialmente en las mayores provincias agrícolas como Shandong y Henan. La asociación de Shandong anunció en julio que se vendieron alrededor de 283.000 automóviles de cuatro ruedas y de baja velocidad en la primera mitad de 2017.

No obstante, estos coches eléctricos populares y económicos no están subsidiados.

Zhang Shulin, ex secretario general de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, apuntó que el desarrollo del sector de vehículos de nueva energía no debe depender de los subsidios. Si es así, no existirá competencia efectiva entre los fabricantes, ni se desarrollará la industria de una manera plenamente competitiva.

Este sector ha establecido una elevada capacidad de innovación, según Wu Zhixin, subdirector del Centro de Investigación y Tecnología de Automoción de China.

Zeng de LMC predijo que no habría un gran cambio en la estructura del mercado, ya que el patrón de consumo actual refleja que un coche eléctrico no vale para chatarra tras varios años de empleo.

"Los coches eléctricos no valen nada tras ser usados cinco o seis años. No importa si es uno barato o uno caro que supera los 300.000 yuanes. La razón es que el coste principal procede de las baterías, que cada día cuestan menos en la fabricación de automóviles", analizó.

El experto destacó que los cambios demográficos serán mínimos, ya que las personas en ciudades de tercer o cuarto nivel tienen fácil acceso a los enchufes en sus patios, y por eso pueden comprar un coche eléctrico económico para usarlo solo durante unos pocos años.

Los residentes urbanos se enfrentarán a la escasez de instalaciones públicas de recarga y, en algunas urbes de primer o segundo nivel, de placas de registro de automóviles, según Zeng.