NACIONES UNIDAS, 11 sep (Xinhua) -- La violencia étnica contra los musulmanes rohingya del estado de Rakhine en el norte de Myanmar está poniendo "en situación de riesgo a todos los civiles", dijo hoy el vocero del jefe de la ONU, Stephane Dujarric.
Para el domingo, 313.000 rohingyas, en su mayoría mujeres y niños que dejaron Rakhine desde el 25 de agosto, han llegado a Cox's Bazar en Bangladesh "sin indicios de que el ritmo de llegadas esté reduciéndose".
El gobierno de Myanmar informó que los 3.500 musulmanes que vivían en tres campamentos del municipio de Rathedaung también se fueron a Bangladesh, dijo el vocero.
"Los colegas nos han indicado que la violencia en el estado norteño de Rakhine está poniendo en situación de riesgo a todos los civiles con decenas de miles de personas forzadas a dejar sus hogares en la zona. Las actividades humanitarias han sido suspendidas o severamente interrumpidas", dijo.
"Esto ha tenido como resultado 170.000 personas que no reciben el alimento que normalmente recibían y 15,000 personas que carecen de atención médica primaria", dijo.
"Naciones Unidas y sus socios están ayudando al gobierno de Bangladesh y a la comunidad local a responder a la situación proporcionando alimentos, refugio, atención médica y agua entre otras formas de apoyo", dijo Dujarric.
"La ONU y el gobierno también están analizando con urgencia soluciones para asignar tierras para alojar a los recién llegados", dijo.
"La magnitud y la velocidad de la afluencia de personas procedentes de Myanmar ha superado la capacidad en el terreno y se requieren recursos adicionales", dijo.
"Las agencias asistenciales han preparado un plan de recursos preliminar de 77 millones de dólares para suministrar ayuda vital urgente a los más de 300.000 recién llegados a Bangladesh", dijo el vocero.