Niños vestidos de blanco despiden a menor víctima del terremoto en México
CIUDAD DE MEXICO, septiembre 21, 2017 (Xinhua) -- Familiares participan durante el funeral de la niña Naomi, de 4 años, luego de un sismo, en la Ciudad de México, capital de México, el 21 de septiembre de 2017. A 273 subió el número de muertos por el terremoto de 7,1 grados en la escala Richter registrado el martes en el centro de México, informaron el jueves autoridades. La Coordinación Nacional de Protección Civil, dependiente de la Secretaría de Gobernación, señaló en un comunicado que son 137 los muertos en la Ciudad de México, 73 en Morelos, 43 en Puebla, 13 en el estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca. (Xinhua/Carolina Endara)
MEXICO, 21 sep (Xinhua) -- Niños vestidos de blanco sostenían decenas de globos y flores blancas para despedir a Naomi Martínez, una niña de 4 años que murió durante el sismo de 7,1 grados en San Gregorio Atlapulco, un poblado en el sureste de la Ciudad de México.
Verónica González, amiga de la familia, cuenta que el padre de la niña fue por ella el martes a la escuela.
Mientras caminaban de regreso a su casa, frente a la iglesia de San Gregorio, se registró el sismo que causó que el campanario de la iglesia cayera, causando daños a la estructura y la muerte de Naomi. Su padre también resultó con heridas graves que causaron la amputación de uno de sus pies, motivo por el cual permanece internado en un hospital.
En la sala y cocina de la pequeña vivienda familiar, los amigos y vecinos recibían a quienes llegaban a despedirse de la niña, mientras su madre y abuelos, visiblemente afectados, permanecían cerca del féretro.
Sobre un camino cubierto de flores blancas, el cuerpo de Naomi fue trasladado a la iglesia de San Andrés, donde se realizó una misa en su honor, mientras personas se reunían en el exterior para acompañar más tarde a la familia hacia un cementerio local.
Durante la misa, varios de los habitantes que permanecían en la calle, comentaban que estaban agradecidos por la ayuda que habían recibido de los voluntarios y de los cuerpos de rescate tras el sismo. Sin embargo, están preocupados por que no es suficiente, sobre todo por la gran necesidad de alimentos en la zona.