BRASILIA, 27 sep (Xinhua) -- El senador brasileño, Aécio Neves, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), dijo hoy en un comunicado que la suspensión de su mandato determinada por el Supremo Tribunal Federal (STF) es "una condena sin que el proceso haya sido abierto".
La primera sala de la Corte Suprema suspendió la noche del martes por tres votos contra dos el mandato de Neves, ex candidato presidencial por el PSDB en las elecciones de 2014.
El tribunal determinó, además, que Neves debe permanecer en su casa por la noche, en tanto que su pasaporte será retenido para impedir que salga del país y no podrá comunicarse con otros investigados en el mismo caso, incluida su hermana, Andréa Neves.
La decisión responde a una medida cautelar interpuesta por la Fiscalía General de la República en la investigación, en la cual el ex candidato del PSDB fue denunciado por corrupción pasiva y obstrucción de justicia.
El proceso se basa en las delaciones premiadas de ejecutivos del grupo J&F/JBS, quienes admitieron el supuesto pago a Aécio Neves de dos millones de reales (unos 630.000 dólares) en sobornos.
El dinero habría sido solicitado por el senador para cubrir gastos con abogados y, a cambio, habría ofrecido su influencia política para la elección de un director de la minera Vale.
Según el senador socialdemócrata, las grabaciones hechas de conversaciones entre él y el empresario de JBS, Joesley Batista, consideradas como prueba, "fueron hechas de forma planificada para forjar una situación criminal".
Aécio Neves volvió a alegar inocencia y dijo confiar en que su mandato como senador será restablecido.
La principal línea de defensa del líder socialdemócrata es que la cifra que recibió de Batista fue un préstamo personal, una operación sin "naturaleza ilegal".
El senador socialdemócrata fue derrotado en segunda vuelta por Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2014.
Insatisfecho con el resultado, Aécio Neves comenzó enseguida un movimiento político que terminó en la destitución de la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en agosto de 2016.