Por Carmen González, Chen Yin y Liu Fengling
BEIJING, 28 sep (Xinhua) -- China y Cuba son "referentes mutuos" en la edificación del socialismo, a la que han aportado sus propias características, destacó el embajador cubano en el país asiático, Miguel Angel Ramírez, ante el 57º aniversario hoy jueves de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
"Cuba y China son referentes mutuos en la construcción del socialismo, lo cual nos satisface. No es solo pensar que Cuba va a tomar experiencia de China en esa construcción, ellos mismos nos han trasladado que también Cuba les sirve de referente en muchas cosas que hacemos", explicó el embajador cubano a Xinhua en una entrevista.
Entre los aspectos del proceso de reforma y apertura chino que se podrían adaptar a la realidad cubana, dijo, están "las relaciones entre el Gobierno y las empresas estatales, la autonomía de estas, la capacidad de incrementar su rentabilidad o los mecanismos de circulación monetaria".
En el sentido contrario, precisó el embajador, cuya carrera diplomática se ha desarrollado íntegramente en Asia, la parte china se ha interesado, entre otras cosas, por el trabajo en Cuba en cuanto a la relación entre el partido y las masas.
Cuba, recordó, fue el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones con la República Popular China el 28 de septiembre de 1960, luego que días antes en un acto en la plaza de la Revolución de La Habana más de un millón de cubanos "expresaron su acuerdo".
"Cuando le presenté mis credenciales al presidente Xi a finales de 2016, me dijo: 'se avecina un año de grandes turbulencias y en ese escenario China va a estar más unida que nunca a Cuba'. Puedo decirle que la cooperación internacional entre ambas es más fuerte que nunca", resaltó.
El proceder chino a la hora de forjar lazos con otros países difiere mucho, a su juicio, de "los mecanismos tradicionales en los cuales las grandes potencias dominaban a los países pequeños" y es "más inclusivo y en beneficio mutuo", como muestra la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Cuba quiere ser parte de ese proyecto, con amplias posibilidades para la isla "en todo lo referente a conectividad, comunicaciones, internet, infraestructuras logísticas, aeropuertos, ferrocarriles o energías renovables", apuntó.
Los vínculos bilaterales entre China y Cuba recibieron un nuevo impulso cuando, en septiembre del año pasado, Li Keqiang se convirtió en el primer primer ministro chino que visitaba la isla.
Durante una reunión con Raúl Castro, Li aseguró que China promovería la cooperación económica, el intercambio de visitas de alto nivel y la coordinación en asuntos internacionales con Cuba. El presidente cubano, por su parte, mostró la disposición de su país a aprender de la experiencia de desarrollo chino.
Ramírez llegó a Beijing dos meses después, en noviembre de 2016 y precisamente el día antes de que falleciera el líder histórico de la revolución cubana y ex presidente del país, Fidel Castro. El propio presidente chino, Xi Jinping, llegó a la Embajada cubana para transmitir su pesar.
"Xi destacó el papel de Fidel como gran líder internacional y me trasladó el mensaje de que, en estas condiciones y más que nunca, China estaría al lado de Cuba", señaló Ramírez, que entre otros cargos ha sido también embajador en Indonesia y la India.
Además de Xi, subrayó, se acercaron a la Embajada multitud de "ciudadanos comunes". "Jóvenes que acababan de regresar de estudiar español o medicina en Cuba que lloraban con las personas de mayor edad que habían estudiado en Cuba en los sesenta".
Aunque las relaciones diplomáticas chino-cubanas se establecieron en 1960, el embajador recordó que los lazos se remontan a hace 170 años, cuando los primeros chinos llegaron a Cuba, "engañados con supuestas oportunidades de negocios, pero en realidad para sustituir a la mano de obra esclava".
Esa comunidad se destacaría posteriormente en las luchas de independencia cubana y, tanto es así, que "en el centro de La Habana hay un obelisco en memoria de los chinos que dice: 'No hubo chino cubano traidor, no hubo chino cubano desertor'", explicó.
"La similitud de sistemas ha estado siempre presente (en los vínculos) porque esa visión del mundo, esa visión del futuro nos ha permitido compartir trincheras, batallas, ideales y experiencias en la construcción del socialismo", resumió Ramírez sobre el largo recorrido de una relación que calificó de "fraternal y entrañable".