LA HABANA, 28 sep (Xinhua) -- Las relaciones entre Cuba y China son un modelo de cooperación sobre bases de igualdad, respeto y beneficio recíproco entre dos naciones socialistas, con independencia de su extensión territorial y poderío económico, afirmó el embajador de la isla en Beijing, Miguel Angel Ramírez.
"Cuba y China se congratulan de haber construido una relación que no solo es ejemplo para muchos en el mundo, sino también un referente de unión entre dos partidos, gobiernos y pueblos en un sentimiento de hermandad que ha resistido la prueba del tiempo", subrayó Ramírez en declaraciones al diario oficial "Granma".
El representante cubano concedió la entrevista con motivo del aniversario 57 del establecimiento de lazos diplomáticos entre las dos naciones, el 28 de septiembre de 1960.
Al recordar que Cuba fue el primer país del hemisferio occidental en reconocer a la República Popular China, Ramírez expresó que desde entonces ambas partes mantienen unos nexos de "amistad, hermandad y apoyo mutuo que se han fortalecido a través del tiempo".
"Los profundos lazos de amistad entre ambos gobiernos, partidos y pueblos, tienen una sólida base histórica, que se remonta a nuestras luchas de independencia, en la que tuvieron una destacada participación inmigrantes chinos, de cuyo arribo a nuestro país conmemoramos este 2017 el aniversario 170", apuntó.
Explicó que Cuba ha respaldado siempre la política de "una sola China" y rechazado cualquier acción contra la soberanía y la integridad territorial de esa nación milenaria, la cual a su vez ha apoyado a la ínsula en su demanda del levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de medio siglo.
Resaltó, además, que desde el pasado año China es el primer socio comercial de Cuba, con un intercambio que alcanzó los 2.585 millones de dólares y presencia empresarial en la mayoría de los sectores económicos de la isla, al tiempo que tiene proyectos de inversión en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
Aseguró que las experiencias chinas sobre el proceso de Reforma y Apertura han sido un "referente importante" en el proceso de actualización del modelo económico y social de la mayor de las Antillas, "siempre analizando los aciertos, errores y particularidades de cada país".
En el plano político, el embajador cubano destacó que ambos países persisten en la construcción del socialismo en correspondencia con las características propias y bajo la dirigencia de los respectivos partidos comunistas.
"Nos consideramos referentes mutuos en la edificación del socialismo con características propias y sobre esa base llevamos a cabo un amplio y sistemático intercambio de experiencias", dijo.
Ramírez acotó que ambos partidos "mantienen y diversifican" sus estrechos vínculos, en medio de un "alto nivel de confianza mutua e intercambio".
Acerca del papel de China en el panorama internacional, significó que constituye un "factor de estabilidad y balance" en varios aspectos, en particular en la promoción de un desarrollo pacífico del mundo y con un aporte trascendental en términos de reducción de la pobreza, producción de alimentos y transferencia de tecnologías, entre otros.
Sobre las relaciones entre China y América Latina y el Caribe, precisó que su ascenso y fortalecimiento representan otro "ejemplo de balance y estabilidad" para la región y pueden rendir mayores frutos, de cara a la II Reunión Ministerial del Foro China-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), prevista para inicios de 2018 en América Latina.