SAINT JOHN, Antigua y Barbuda, 30 sep (Xinhua) -- "Jamás he estado tan cerca del peligro, ni siquiera cuando estuve en Afganistán", dijo Ge Jianping de 40 años de edad, todavía en trauma por su encuentro cercano con el huracán María en Dominica.
La tormenta de categoría 5 devastó la pequeña isla caribeña el 18 de septiembre y mató al menos a 15 personas, dejo 20 desaparecidos y paralizó la infraestructura, incluidos los suministros de electricidad y agua, así como de comunicaciones.
Ge, subgerente del Grupo Buró 14 Ferroviario de China, estuvo involucrado en la construcción de un puente en Dominica, un proyecto de asistencia del gobierno chino. Trabajó durante casi 13 años en proyectos similares en cinco países, incluida Afganistán, y vivió situaciones adversas, pero las secuelas del huracán todavía tienen el poder de dejarlo aturdido.
"Dominica cuenta con una tasa de bosque de casi 80 por ciento. Pero a la mañana siguiente ... Difícilmente pude ver algo verde", recuerda Ge.
El estuvo entre los más de 400 chinos que recibieron refugio en Antigua y Barbuda, que llegaron en dos lotes luego de la tormenta. La comunidad china local y las compañías chinas que trabajan aquí los han recibido con los brazos abiertos y contribuyen para ofrecer alimentos y alojamiento.
Un grupo de los evacuados ha sido refugiado en el campamento base de la empresa Corporación de Construcción de Ingeniería Civil de China (CCICCh).
Chen Sichang, subgerente de CCICCh, dijo que el campamento que comprende 10 viviendas portátiles se estableció para alojar a los trabajadores que construyeron el Aeropuerto Internacional V.C. Bird.
El aeropuerto fue construido y entregado al gobierno local e inició operaciones hace casi dos años. Pero el campamento no fue desmantelado pues un grupo pequeño de trabajadores se quedó para ofrecer apoyo tecnológico.
Ahora sirve para otro propósito útil y recibe a algunos provenientes de Dominica. Aunque la parte de ofrecer alojo fue relativamente fácil, Chen tuvo momentos ajetreados para organizar la logística para cubrir las necesidades básicas de tanta gente, desde conseguir almohadas y cobertores hasta obtener alimentos y agua potable.
"Sufrieron física y psicológicamente después del huracán", dijo Chen, y explicó que por eso es necesario hacerlos sentir bienvenidos y tranquilizarlos.
Algunos de los otros evacuados han sido alojados cerca del centro de la capital, recibidos por Li Yucheng, presidente de la asociación china local. Alrededor de 40 personas fueron acomodadas en el segundo piso de un edificio que originalmente Li rentaba para la expansión de negocios.
Li, quien ha estado viviendo en Antigua y Barbuda durante más de 20 años, posee un supermercado. Declaró a Xinhua que quedo impresionado con la comunidad china local.
La comunidad de casi 250 miembros ha donado dinero y materiales constantemente, sin importar si son ricos o pobres, después de enterarse que varios de sus compatriotas llegarían desde Dominica y necesitarían ayuda, señaló Li.
Jiang Litao, quien ha hecho de Dominica su hogar desde hace 20 años y que opera un hotel y un restaurante pequeños ahí, dijo que aprecia los esfuerzos de Li y de la comunidad china local.
Jiang dijo que su esposa y él abandonaron Dominica "tal como los refugiados que huyen de las calamidades" y que cargaron algunas de sus posesiones con ellos. "Fue el señor Li y muchas otras personas de noble corazón quienes prepararon todo... y nos hicieron sentir como en casa", expresó.
El hombre señaló también que Antigua y Barbuda se siente como un refugio seguro. "En comparación con lo que experimentamos en Dominica, es como un paraíso aquí", dijo con algunas lágrimas en los ojos.
Jiang agregó que se ofreció a trabajar en el supermercado de Li para mostrar su gratitud, pero que Li se negó e insistió en que los visitantes descansen y sientan su nuevo lugar "tal como su hogar".
Wang Xianmin, embajador chino en Antigua y Barbuda, dijo que gracias a los esfuerzos de las compañías chinas aquí y de la comunidad china local, las 400 personas rescatadas de Dominica tiene una sensación de seguridad y calidez aún cuando se encuentran a miles de millas de distancia de sus casas.
Pronto serán capaces de regresar a casa, prometió Wang. Dos aviones rentados financiados por CCICCh llegarán a Antigua y Barbuda para transportar a la mayoría de evacuados de regreso a China.