Por Raimundo Urrechaga
LA HABANA, 30 sep (Xinhua) -- Estados Unidos reacciona de manera "excesiva y defensiva" al retirar a más de la mitad de su personal diplomático en La Habana, ante incidentes que todavía están bajo investigación, dijo este sábado el analista cubano Rafael Hernández.
En entrevista con Xinhua, Rafael Hernández, experto en temas de Cuba y Estados Unidos, señaló que no se han podido determinar las causas de los "ataques acústicos" sufridos por al menos 21 diplomáticos estadounidenses y cuyo responsable aún se desconoce.
Funcionarios de la embajada de Washington en la isla, que laboran en esa misión desde hace un año, así como sus familiares, habrían perdido capacidad auditiva mientras prestaban servicios en la mayor de las Antillas, lo cual fue informado por la nación norteña en febrero último, y de inmediato se inició una investigación conjunta entre ambos países.
Cuba ha negado reiteradamente su involucramiento en los supuestos ataques, incluso el presidente cubano, Raúl Castro, ordenó una investigación que aún está inconclusa.
"Son ataques muy extraños y parecería que solo pueden ser causados por alguien que posea tecnología de uso encubierto muy sofisticada y solamente los servicios de inteligencia pueden hacer eso, sobre todo los de Estados Unidos", explicó.
Hernández consideró "excesiva" la medida anunciada el viernes por el Departamento de Estado de Estados Unidos de reducir en un 60 por ciento su personal diplomático en Cuba, además de emitir una advertencia de viaje a los ciudadanos estadounidense para que no visiten la Isla por razones de seguridad.
"Estas situaciones de personas que han sido afectadas por este síndrome misterioso son muy puntuales, no son generalizadas, no afectan a todas las embajadas en Cuba y ni siquiera a todo el personal de la misión diplomática de Estados Unidos", precisó.
El académico cubano destacó que más de 500,000 estadounidenses han visitado la nación caribeña durante 2017 y no se ha reportado que ninguna de esas personas haya sufrido afectaciones de esta índole.
"Retirar el personal por razones de salud es algo que Estados Unidos hace en otras partes del mundo donde hay epidemias, desastres naturales o guerras. Dada la naturaleza de este episodio no se justifica que tomen una medida tan extrema", afirmó.
Con esta decisión Washington congeló aún más las relaciones que ya habían tenido una regresión inicial cuando en junio pasado el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que cancelaba unilateralmente la apertura histórica iniciada por su predecesor, Barack Obama.
El también director de la revista "Temas", mencionó que ambas partes mantienen la cooperación en determinar la causa de estos "misteriosos ataques", pero Washington reacciona de manera injusta probablemente respondiendo también a "presiones".
"La administración de Trump envía señales contradictorias siempre. El presidente dice cosas terribles y luego las acciones no lo acompañan, es la naturaleza de este gobierno en Estados Unidos", aseveró.
Hernández admitió que estos incidentes no benefician al gobierno cubano, cuyo objetivo es seguir avanzando en la normalización de relaciones con Washington.
"Hay un forcejeo dentro del gobierno de los Estados Unidos en cuanto a su relación con Cuba y otros temas de la política internacional, como la situación de la península coreana y el acuerdo nuclear con Irán", añadió.
A la par de anunciar una reducción sustancial de su personal diplomático en Cuba, Washington recomendó a sus ciudadanos no viajar a la isla por motivos de seguridad, aunque reconoció que no se ha registrado ningún ataque a sus nacionales.
"Las visitas se pueden ver afectadas a pesar de que no se establezcan nuevas limitaciones, sino que se mantienen las 12 licencias conocidas. La advertencia de viaje puede afectar psicológicamente y crear una inhibición en los norteamericanos que están acostumbrados a seguir este tipo de avisos", explicó.
El Departamento de Estado también anunció que suspenderá indefinidamente la emisión de visados a cubanos en La Habana, una medida que pone en riesgo los acuerdos migratorios firmados por ambos países, donde Washington se compromete a otorgar al menos 20,000 visas al año a los cubanos.
En diciembre de 2014, en el mayor cambio en las relaciones entre La Habana y Washington en cinco décadas, el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció planes para normalizar los lazos con Cuba, una medida que suscitó el apoyo de la mayoría del pueblo estadounidense.
Desde entonces hubo mejoras en los lazos diplomáticos, sociales y comerciales entre los dos países, al tiempo provocó un "boom" turístico en la nación caribeña.
Sin embargo, tras la llegada al poder de Trump a principios de este año, los contactos políticos y de cooperación han disminuido y el propio jefe de Estado anunció hace pocos meses un viraje en la política norteamericana hacia la Isla.