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Líder partido gobernante uruguayo valora resultados del PCCh en alivio de pobreza

MONTEVIDEO, 15 oct (Xinhua) -- Javier Miranda, presidente del Frente Amplio (FA), partido que gobierna Uruguay desde el 2005, mantiene intacto el recuerdo de los campesinos que visitó en las montañas de la provincia china de Yunnan en abril de este año.

Allí comprobó, recuerda, cómo etnias ancestrales pasaron a tener en los últimos años viviendas en buenas condiciones, acceso a la tecnología y la educación e impulsan proyectos turísticos gracias a las políticas de lucha contra la pobreza del Gobierno chino.

En su despacho en Montevideo y en vísperas del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), que sesionará en Beijing a partir del 18 de octubre, Miranda se reconoció aún impactado por su experiencia en Yunnan y en la cuenca del río Salween (Nu Jiang en territorio chino), de 3.240 kilómetros de longitud y que desemboca en el mar de Andamán.

En un pequeño poblado fue recibido por un campesino de manos ásperas y surcos en la cara que lo invitó a recorrer su vivienda, la cual tenía pensado convertir en "un restaurante para turistas".

"Un hombre de más de 60 años, con su esposa, se convierte en un emprendedor ante la perspectiva del desarrollo turístico de la zona", destacó Miranda a Xinhua.

El campesino lo invitó a comer lo que él estaba comiendo, que eran "papas, con cáscara, y huevo duro", y a recorrer su casa, con el granero incluido en su planta.

"El sigue siendo un campesino, sigue con su tradición ancestral, pero además hoy es un emprendedor", reflexionó Miranda.

El líder del FA visitó China del 15 al 28 de abril último encabezando una delegación de su partido invitada por el PCCh, como parte de un convenio de intercambio recíproco.

Para Miranda, fue "como si nos hubiéramos conocido toda la vida, era un paisano más de mi pueblo", lo que "demuestra que las distancias pueden ser físicas pero cuando hay cercanía humana somos todos iguales".

También se mostró conmovido por lo que le contó el campesino: "Mi hijo no está, porque está estudiando".

"Su hijo sí tenía la posibilidad de estudiar que seguramente él no tuvo porque tuvo que trabajar en el campo", subrayó.

La familia había vivido años atrás en una choza hecha de bambú, donde no había electricidad y había dificultades con la impermeabilización.

"Hoy vivía, por supuesto que modestamente, en una casa de material, de homigón, modesta, pero no llovía, tenía internet, tenía wifi, y sobre todo, más importante que eso, tenía esperanza", señaló.

Valoró que el campesino estaba "convencido de que iba a vivir mejor, de que iba a salir adelante".

Cinco días de su agenda los pasó en la provincia de Yunnan, cuya capital es Kunming y que está situada en el suroeste de China, en la frontera con Laos, Birmania y Vietnam.

Miranda destacó la "confianza política" mostrada por la contraparte china.

"Cuando nuestros compañeros del PCCh diseñan la agenda hacen una cosa que es muy buena que es que no vamos solo a Beijing o Shanghai, que es lo más típico, sino que asumen el desafío de ir a la provincia de Yunnan", explicó.

"Asumen el desafío porque lo que nos proponen es que conozcamos de cerca la política para la erradicación de la pobreza y eso implica que los compañeros del PCCh nos abren las puertas a zonas donde uno ve dificultades económicas y para hacer eso hay que tener una enorme confianza política", valoró el dirigente.

De su visita también recordó cómo a pocos kilómetros de la montaña construían una universidad politécnica con una capacidad de 60.000 personas "en el medio del espacio donde el Gobierno está trabajando para aliviar la pobreza".

"No solo genera una política de alivio de la pobreza a través del traslado, de incentivos económicos, de emprendimientos económicos, sino que lo acompaña, también, con la oportunidad de formación intelectual", resaltó.

Además, fue recibido por la subdirectora de la obra, "una mujer más bien joven, con su casco amarillo" y "esa mujer va a ser la rectora de esa Universidad", dijo.

"¡Va a ser -enfatizó- el alma de la Universidad porque la trabaja desde su nacimiento y desde la planta física, no solo desde la creación intelectual!".

En la ladera del Nu Jiang y con una altitud de entre 1.500 o 1.800 metros encontraron una pequeña población dedicada al cultivo del té. "Otra vez veías a otra etnia ancestral, pero que además ya veía la proyección turística que podía tener", sostuvo Miranda.

Al evaluar la visita, este abogado de 53 años se reconoció impactado de cómo en China "han logrado que la gente se apropie del proyecto de erradicación de la pobreza" y que "se convenza que es posible transformar esa realidad de la pobreza en una sociedad modestamente acomodada".

"El camino hacia la sociedad modestamente acomodada es un discurso de un Gobierno construido por el partido, pero además la gente lo ha incorporado, es parte del proceso y eso es fundamental, así cualquiera hace una transformación brutal como la que están haciendo", razonó.