BEIJING, 16 oct (Xinhua) -- Durante mucho tiempo se ha considerado que el nivel del desarrollo económico de la China antigua llegó a su máximo en las dinastías Ming y Qing (1368-1912) con un PIB nacional muy avanzado.
Sin embargo, un grupo de investigadores chinos ponen en duda esta teoría rebatiéndola con una serie de datos recopilados a lo largo de 13 años. Según un artículo publicado en la revista New Fortune, el desarrollo económico de China llegó a su momento más álgido antes de lo que está comúnmente aceptado.
Li Daokui, un catedrático de economía de la Univerisad de Tsinghua, lidera este grupo de expertos en la investigación, cuyo objetivo consiste en revelar la realidad del nivel de desarrollo económico de la China antigua comparado con países occidentales en la misma época.
Según los resultados, si se juzga con los parámetros de hoy, el nivel de desarrollo de la China antigua está atrasado y no es elevado tampoco para su época, ya que el PIB per cápita en la dinastía Ming (1368-1644) equivaldría a 920 dólares (según el cálculo del dólar en 1990), mientras que el de la dinastía Qing (1644-1912) se reduciría a 760 dólares, por debajo del nivel de vida después que se iniciase la reforma y la apertura en 1978.
De acuerdo con las cifras, el PIB per cápita desde el inicio de la dinastía Song (960-1279) hasta la dinastía Ming fluctuó a un nivel superior y el nivel de vida en la época Song era el mayor del mundo. Poco a poco, los países occidentales fueron tomando impulso en su crecimiento y, en el año 1300, el gran país oriental fue superado por Italia por primera vez y luego por Inglaterra en 1400. Desde la dinastía Qing, la tendencia descendente es cada vez más obvia.
La aceleración del crecimiento de la población, la disminución de tierra cultivable per cápita y el descenso de la productividad laboral, entre otros factores, explican la caída de PIB per cápita y el retraso del país. No obstante, eso también explica que la prosperidad de la China antigua llegó antes de lo que se pensaba.
Li señaló que estas cifras fortalecen la visión de que el sistema social político de la China antigua llegó a un estado estable de nivel superior antes que en Occidente.
China es un país que logró una unificación de la ideología nacional muy temprano, desde la época Han (202 a.C.-220 d.C.), con lo que el sistema político feudal maduró temprano también. Además, con una posición geográficamente segura, al este del continente euroasiático, evitó en parte ataques e invasiones y el país se conformó como un imperio estable, aunque también frágil.
Sin embargo, Li considera que esto no indica que la cultura china se quedase atrás en el mundo, sino que refuerza la idea de que tiene sus particularidades respecto a otras culturas. Justamente es por su estabilidad y la peculiaridad del sistema cultural, señala el experto, que China genera una fuerza motriz que se actualiza y se transforma a sí misma, la cual empuja los pasos de los chinos por ser un pueblo más vigoroso y abierto desde la modernidad. Todo esto contribuye a los éxitos logrados por China en los casi 40 años transcurridos desde el inicio de la reforma y la apertura.
El catedrático destacó que investigar la historia permite conocer el pasado, pero también dirige la mirada hacia el futuro; explica el proceso de desarrollo del propio pueblo chino, pero también ayuda a entender la importancia de la reforma y apertura. Esto es, justificó, lo que empuja a los chinos hacia adelante y a insistir en la reforma.