LA HABANA, 30 oct (Xinhua) -- Las autoridades de la industria azucarera de Cuba se aprestan a dar inicio a la campaña azucarera 2017-2018 en noviembre entrante, comienzo que se avizora con dificultades debido a los graves daños causados por el huracán Irma en cañaverales y fábricas del país.
Directivos del Grupo Azucarero Azcuba adelantaron que la zafra se realizará en "condiciones complejas" debido a las afectaciones causadas por el poderoso meteoro que pasó por el litoral norte cubano de oriente a occidente entre los días 8 y 10 de septiembre último.
Considerado el mayor huracán formado en el océano Atlántico con vientos que superaron los 285 kilómetros por hora, Irma dejó en Cuba un saldo de 10 muertos y severos daños en viviendas y la infraestructura.
En el sector azucarero, los perjuicios mayores se reportaron en las plantaciones, con alrededor de 338.000 hectáreas de cañas caídas y partidas (45 por ciento del total) y 92.000 hectáreas inundadas.
Por este motivo, la materia prima "escaseará", expresó el director de Comunicación Institucional de Azcuba, Liobel Pérez Hernández.
También en el área fabril el fenómeno atmosférico ocasionó daños en más de una veintena de ingenios (el 40 por ciento de los centrales cubanos), en particular en los techos.
A las afectaciones directas del ciclón se sumó el retraso en las reparaciones de los centrales azucareros por falta de electricidad derivado del colapso del sistema electroenergético nacional tras el devastador paso de Irma.
"Es muy obvio que no se logrará cumplir con los planes", admitió Pérez Hernández, quien instó a buscar en la zafra "la mayor eficiencia, con la máxima disciplina tecnológica y el aprovechamiento del momento óptimo", para compensar las pérdidas.
En la actualidad se trabaja de manera intensa en el restablecimiento de los techos afectados y el alistamiento de la maquinaria, tanto agrícola como industrial, con vistas a que la mayoría de las 52 fábricas programadas inicien la molienda en diciembre, como está previsto.
Pero no todas las noticias son malas para la industria azucarera cubana pues las lluvias que acompañaron al huracán, aunque dañaron parte de los cultivos, también beneficiaron áreas que sufrían una sequía severa, lo cual favorecerá una mayor siembra de caña y el riego de plantaciones.
Para impulsar las tareas de siembra e incrementar los volúmenes de caña de zafras venideras, el país ha fabricado 17 máquinas sembradoras, de un total de 60 que se prevén completar el próximo año.
El aumento del volumen de caña, que hoy alcanza unos 18 millones de toneladas, es una tarea prioritaria de esta industria, como parte del desarrollo programado de energía renovable con base en la biomasa, proyecto que incluye la construcción de 25 bioeléctricas, de las cuales ya se empezaron a edificar tres (dos cubanas con créditos de China y una tercera como empresa mixta).
También, el mercado internacional resulta un incentivo, ya que los precios de azúcar crudo y de refino mantienen una tendencia creciente durante las últimas semanas en las bolsas de Nueva York y Londres.
Durante muchos años, Cuba fue el principal exportador de azúcar en el mundo y llegó a contar con alrededor de 160 ingenios que en las décadas del 70 y el 80 del siglo pasado produjeron, de forma estable, un promedio de siete millones de toneladas de azúcar.
A raíz de la grave crisis económica que sufrió la isla tras la desaparición en 1991 de la Unión Soviética, principal mercado y suministrador de tecnología e insumos, la producción azucarera cubana cayó de ocho millones de toneladas en 1991 a 1,1 millón de toneladas en la cosecha 2009-2010, el peor resultado en 105 años.
En la pasada campaña, Cuba produjo 1,8 millones de toneladas (300.000 por debajo de lo planificado), de las cuales destinó entre 600.000 y 700.000 al consumo interno, además del acuerdo que tiene con China de enviarle unas 400.000 toneladas anuales.
Ante la difícil situación que muestra el sector, los directivos se pronuncian por realizar una zafra eficiente, con una mayor molienda y mejor aprovechamiento de la norma potencial, para compensar las pérdidas dejadas por Irma.