GINEBRA, 30 oct (Xinhua) -- Las agencias del clima y de medio ambiente de la ONU instaron hoy a redoblar esfuerzos para nuevas tecnologías bajas en carbono por medio de voluntad política y con un nuevo sentido de urgencia, debido a que las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera aumentaron en 2016 al máximo nivel.
Debido a la combinación de actividades humanas y de un fuerte evento de El Niño, las concentraciones promedio globales de CO2 llegaron a 403,3 partes por millón (ppm) en 2016, arriba de las 400 ppm de 2015. Ahora representan el 145 por ciento de los niveles preindustriales (antes de 1750), de acuerdo con el Boletín de Gases de Efecto Invernadero de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Los niveles atmosféricos de CO2 de rápido crecimiento y otros gases del efecto invernadero tienen el potencial de activar cambios sin precedentes en los sistemas climáticos, lo que conducirá a "alteraciones ecológicas y económicas severas", alerta el boletín.
Desde 1990, ha habido un incremento de 40 por ciento en el efecto de calentamiento de nuestro clima por todos los gases de efecto invernadero de larga duración, y un aumento de 2,5 por ciento sólo de 2015 a 2016, dice el boletín.
El crecimiento de la población, las prácticas agrícolas intensivas, el aumento en el uso de suelo y la deforestación, así como la industrialización y el uso asociado de energía de fuentes combustibles fósiles, han contribuido al incremento en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera desde que empezó la era industrial en 1750.
"El CO2 permanece en la atmósfera por cientos de años y en los océanos durante mucho tiempo más. Las leyes de la física señalan que enfrentaremos un clima mucho más caliente y más extremo en el futuro. Actualmente, no existe una varita mágica para eliminar este CO2 de la atmósfera", expresó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
"Sin reducciones rápidas de CO2 y de otras emisiones de gases de efecto invernadero, nos dirigiremos hacia un peligroso aumento de la temperatura a finales de este siglo, muy por encima del objetivo establecido por el acuerdo de París sobre el cambio climático", añadió.
Además del CO2, que es por mucho el más importante gas productor de efecto invernadero antropogénico de larga duración, el boletín también advierte del metano, que alcanzó un elevado nivel de alrededor de 1.853 partes por mil millones en 2016 y ahora es de 257 por ciento del nivel preindustrial.
Además, la concentración atmosférica de óxido nitroso en 2016 fue de 328,9 partes por mil millones, casi 122 por ciento sobre los niveles preindustriales. El óxido nitroso también es una causa importante de la destrucción de la capa estratosférica de ozono que nos protege de los dañinos rayos ultravioleta del sol.
"Los números no mienten. Aún producimos demasiadas emisiones y esto debe ser revertido", expresó Erik Solheim, jefe del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas.
Exhortó a redoblar los actuales esfuerzos para garantizar el aumento de nuevas tecnologías bajas en carbono, incluyendo energías renovables. "Tenemos ya muchas de las soluciones para enfrentar los desafíos. Lo que necesitamos ahora es la voluntad política global y un nuevo sentido de urgencia".