BEIJING, 13 dic (Xinhua) -- Ochenta años después de la Masacre de Nanjing, uno de los momentos más oscuros en la historia de la humanidad, China mostró de nuevo al mundo su compromiso de proteger la paz a través del recuerdo de la historia bélica para evitar que se repitan atrocidades.
Con palomas en el cielo y el sonido de las sirenas, se celebró hoy miércoles en Nanjing un acto conmemorativo de alto nivel para observar el 80º aniversario de la masacre de 1937 y al que acudió el presidente de China, Xi Jinping.
Las tropas japonesas asesinaron a unos 300.000 civiles y soldados desarmados chinos en la matanza de 40 días.
Gente de todas las partes del mundo está aportando su grano de arena para hacer que la masacre pase de ser una historia de una ciudad y de un país, a un recuerdo para toda la humanidad.
El sitio web del diario Boston Globe publicó el sábado un artículo titulado "Salvar Nanjing de las fuerzas del olvido", en el que se describe la masacre como "uno de los crímenes más graves del pasado siglo".
En octubre, el parlamento provincial de Ontario, en Canadá, aprobó una decisión de establecer el 13 de diciembre como el día conmemorativo de la Masacre de Nanjing para recordar la matanza.
UNESCO incluyó los documentos de la Masacre de Nanjing en su Registro de la Memoria del Mundo en 2015, lo que los convirtió en una pieza esencial y imborrable de la historia de la humanidad.
La masacre se ha convertido en un recuerdo colectivo para todas las fuerzas justas del mundo.
Pero la actitud de Japón sobre esta tragedia, ha sido una decepción para muchos.
A pesar de las evidencias y los hechos irrefutables, algunos políticos derechistas de Japón han negado en repetidas ocasiones la masacre.
La Masacre de Nanjing, como muchas otras de las atrocidades cometidas por los invasores japoneses, es sólo un "incidente" en los libros de texto de Japón.
Cuando la UNESCO incluyó los documentos de la masacre en su Registro de la Memoria del Mundo, algunos políticos japoneses amenazaron con cesar o parar su financiación a la ONU.
Además, el gobierno nipón ha estado intentando revisar su constitución pacifista.
El pueblo chino y todos los amantes de la paz en el mundo no permitirán la negación de la Masacre de Nanjing, y solo servirá para alertar a la gente de los riesgos a la paz que dicha negación pudiera traer.
El pueblo chino recuerda el pasado. La guerra es un espejo que permite a la persona conocer mejor la importancia de la paz.
China lidera el desarrollo de una comunidad con un destino común para la humanidad. El país es firme en la búsqueda de un desarrollo pacífico, y ser un contribuyente a la paz y desarrollo mundiales.
Sin embargo, hay que destacar que solo cuando todos aprecian y protegen la paz, y sólo cuando todos recuerdan las lecciones amargas de la guerra, tendremos la esperanza para la paz.
(Web editor: Felipe Chen, Rocío Huang)