Un paciente de tres años se inclina ante un médico en Wuhan, provincia de Hubei, 7 de diciembre del 2017. [Foto: xinhuanet]
Para evitar que un niño se ahogue, un médico puso su dedo dentro de su boca y soportó el dolor mientras el pequeño lo muerde. La escena representa la entrega de los doctores a su juramento de salvar vidas.