Stand de una escuela de teatro para niños que contrata a profesores extranjeros para impartir cursos, durante la exposición celebrada en Beijing relacionada con el mercado educativo de etapas tempranas. [Foto: China Daily]
Por Ren Xiaojin
Beijing,16/01/2018(El Pueblo en Línea)- El aumento en China de la demanda de una educación de alta calidad para las etapas tempranas del niño, unido a los inadecuados recursos actuales, impulsa a los inversores extranjeros privados a recorrer un segmento de mercado donde hay sobradas razones para augurar un gran crecimiento de alta velocidad.
Los centros comerciales de las grandes ciudades ofrecen talleres y clases que abarcan todos los temas posibles, desde el idioma inglés hasta variadas disciplinas artísticas.
Algunos de los cursos se anuncian como "cultivo de la cognición en la etapa temprana del individuo" o "desarrollo de múltiples potencialidades para el cultivo de la personalidad".
Sin embargo, en los últimos meses y debido al escándalo por presuntos abusos infantiles en ciertas guarderías y centros educativos de Shanghai y Beijing, se ha implementado un riguroso examen de la situación objetiva de este sector. Una de las resultantes es la intención de establecer servicios más seguros y de mejor calidad.
En la Conferencia Central de Trabajo Económico celebrada el pasado mes de diciembre, los dirigentes chinos hicieron un balance de la situación y se instruyó encontrar las vías para lograr que las primeras etapas del aprendizaje infantil sean un proceso seguro, ordenado y accesible.
Se hizo énfasis en ampliar las oportunidades porque los cursos que se ofrecen actualmente suelen ser bastante caros.
Por ejemplo, un taller de 45 minutos en Romp N' Roll, centro educativo de Beijing, puede llegar a costar hasta 299 renminbi (46 dólares). El módulo completo incluye desde 50 hasta 150 horas lectivas. Dicho de otro modo, el costo de un curso completo podría rondar los 45.000 renminbi.
Aún así, la demanda supera con creces la oferta educativa.
De acuerdo a un informe elaborado por la Investigación Industrial de Qianzhan, el mercado chino de la educación para las etapas tempranas del niño aún está en ciernes. Sin embargo, los ingresos durante el 2017 se calculan en 200 mil millones de renminbi.
"Dado que los matrimonios ya pueden tener un segundo hijo, cada año China tendrá entre 3 y 5 millones de recién nacidos. El potencial de mercado aumentará entre 90 y 150 mil millones de renminbi anuales", precisa Wang Huainan, fundador y director ejecutivo de Babytree, una empresa de internet. En el 2007, Babytree inauguró un sitio web dedicado a temas de maternidad, que hoy es el más grande de su tipo en el mundo.
"Según la dicha investigación, entre el 80 y el 90 por ciento de las familias desean que los niños reciban educación en etapas tempranas. Sin embargo, sólo el 15 por ciento de las familias tiene las condiciones para concretarlo", añade Wang.
"Las distancias es una de las razones. Los centros de enseñanza están generalmente ubicados en centros comerciales. Imagine que usted sea una madre que trabaja una jornada laboral completa. ¿Quién tiene tiempo para recoger al niño de la escuela, llevarlo al centro comercial y esperar allí a que termine su clase para luego devolverlo a casa?”, pregunta Wang.
El sitio web de Babytree dedicado a la maternidad se ha convertido en un gran foro en línea para muchas madres primerizas. Normalmente, ellas se quejan de la falta de calidad en la educación para las etapas tempranas de los niños.
Para remediar la situación y acortar distancias, varios inversores privados hacen fila para entrar a este lucrativo mercado.
Michael Moe, fundador de Global Silicon Valley, una empresa estadounidense de educación y tecnología, considera que "la educación en China es un negocio con potencial, especialmente durante las primeras etapas del individuo”.
“En China, el tamaño del mercado no preocupa", reafirma Moe.
Global Silicon Valley es una firma de capital de riesgo que respalda a Coursera, el portal gratis de educación más grande del mundo.
Moe detalló que los inversionistas no necesitan preocuparse del índice de retorno porque la demanda interna de China es muy fuerte. De hecho, Global Silicon Valley está considerando la posibilidad de invertir pronto “una significante suma” de dinero.
"Los padres asiáticos gastan siete veces más dinero en la educación de sus hijos que los padres estadounidenses", afirma Moe.
Al decir esto, Moe bien podría haber tenido en mente a Yu Wenjie, de 30 años, especialista en medicina tradicional china, que está a la espera de su primer hijo y ya ha comenzado a planificarle su futuro.
"Es bueno que la educación de la etapa temprana sea cara", afirma Yu, quien trabaja en un hospital de Ningbo, provincia de Zhejiang. "Pero creo que lo que enseñan es bastante superficial. Yo jamás contrataría esos cursos de desarrollo potencial."
Wang, de Babytree, indica que "dentro de un 15 por ciento de familias cuyos hijos reciben educación en etapa temprana, el 80 por ciento no están muy satisfechos con la calidad."
Esto puede ser debido también al hecho de que los cursos bilingües son caros porque suelen ser impartidos por profesores chinos y extranjeros.
"Chris", de 35 años, es profesor de un centro de educación bilingüe en Ningbo. Él se describe a sí mismo como un viajero del mundo.
"Siendo honesto, yo estaba en medio de mi experiencia de conocer mundo cuando un día alguien me detuvo en la calle y me ofreció una buena suma de salario”, recuerda el joven extranjero.
"Por eso enseñaré inglés durante un año, aunque no sea mi idioma materno. Esto puede sonar un poco exagerado, pero básicamente lo que hago todos los días es cantar “El viejo MacDonald tiene una granja”.
Debido a que la etapa temprana no forma parte del sistema de educación obligatoria del país, los especialistas de la industria han expresado su preocupación por la falta de una eficiente regulación, y especialmente de una férrea exigencia con respecto a la calificación de los profesores.
"Impulsado por el afán de lucro muchos especuladores, calificados o no, entran al sector de la educación temprana persiguiendo un buen bocado", señaló el informe elaborado por Qianzhan. "Mientras tanto, se carece de estándares para la entrada al sector, para la capacitación del personal docente y el diseño curricular."
Sin embargo, como el mercado sigue creciendo y los problemas también, un saneamiento resultará inevitable para su saludable vigorización, apunta Qianzhan en el informe.
Por otra parte, las nuevas tecnologías tendrán un importante papel en la evolución del sector de la educación temprana en China. Algunas empresas de internet ya se han orientado al respecto.
Babytree cree que, en medio de las insuficiencias de la regulación vigente, un posible camino para mejorar la calidad de este segmento sea aprobar un nuevo modelo de negocio minorista.
"He oído hablar del reciente escándalo de abuso infantil en un jardín de la infancia y el problema es que los profesores no están calificados", insiste Wang. "De acuerdo a lo que he visto, los maestros chinos que imparten educación en etapas tempranas están mal remunerados, situación que también afecta la calidad de la enseñanza”.
"Esto nos obliga a pensar cómo ampliar y gestionar mejor la oferta educativa para recaudar más y poder pagar mejores salarios. Por ejemplo, lograr que el centro educativo sea un lugar que atraiga otro tipo de clientes, no solamente a los parvulitos".
Wang prevé que dichos centros de aprendizaje tendrán en el futuro que ofrecer servicios para que los padres puedan socializar. De hecho, ya Babytree trabaja con Mattel, el fabricante de juguetes más grande del mundo, para este año inaugurar un centro de enseñanza para edades tempranas donde los padres pueden relajarse, socializar y comprar mientras esperan a sus hijos.
Para que puedan trabajar con dignidad, la empresa ha prometido pagarle a sus profesores mejores salarios que el promedio actual que se percibe en el sector.
Los expertos también han señalado que la conexión entre alumnos y profesores a través de internet es otra manera de resolver el desequilibrio en la distribución de los recursos educativos.
Dirigida a niños entre 4 y 12 años, la empresa china VIPKID ofrece cursos en línea para aprender inglés. Su estrategia ha logrado vincular recursos didácticos y profesores de Estados Unidos, Canadá y otros lugares del mundo con los niños chinos.
"Como profesor, me di cuenta que proporcionarle educación personalizada a un aula de 50 ó 60 alumnos en algo imposible", asegura Mi Wenjuan, fundador de VIPKID. "Sin embargo, la enseñanza directa alumno-profesor puede hacerse posible gracias a la educación en línea."
Conectando profesores nativos y estudiantes a través de su plataforma de internet, VIPKID proporciona a los atareados padres chinos una forma simple y conveniente de que sus hijos puedan aprender inglés.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)