RIO DE JANEIRO, 26 feb (Xinhua) -- Una de cada cinco personas denunciadas por su relación con el crimen organizado en Río de Janeiro es un agente de un cuerpo de seguridad o que lo fue en algún momento, según un informe divulgado hoy en el que se pone de manifiesto la participación de los agentes públicos en las corruptelas.
Los datos, divulgados por el Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado del Ministerio Público del estado de Río de Janeiro (GAECO/MPRJ), indican que de las 5.219 personas denunciadas, 1.032 son agentes de la ley activos o fuera del servicio, lo que equivale a un 20 por ciento.
Las denuncias contra los agentes fueron por vinculación al narcotráfico, participación en milicias (grupos paramilitares), lavado de dinero, homicidios y fraudes en licitaciones públicas.
Según el GAECO/MPRJ, el crimen no corrompe solo a los policías que trabajan en las calles sino que también incluye a los agentes responsables por las investigaciones, a los miembros de centros penitenciarios y hasta a los bomberos.
La mayoría de las denuncias salpicó a agentes activos o retirados de la policía militarizada (826), seguidos por miembros de la policía judicial (158), bomberos (38), miembros de las Fuerzas Armadas (5), agentes penitenciarios (3) y policías federales (2).
Río de Janeiro, el estado más turístico y emblemático de Brasil, vive una ola de violencia y criminalidad que coincide con la bancarrota del gobierno regional, víctima de un gigantesco esquema de corrupción durante la anterior administración en la que se desviaron millones de dólares.
La ola de violencia provocó que el presidente Michel Temer decretara la semana pasada la intervención federal en el estado, cediendo al Ejército el comando de las tareas de orden público para frenar la ola de violencia que azota la región.