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Reforma y apertura de China son uno de los mayores sucesos en la historia de la humanidad

BUENOS AIRES, 27 feb (Xinhua) -- El politólogo argentino Patricio Giusto describió hoy la política de reforma y apertura de China como "uno de los mayores sucesos económicos en la historia de la humanidad", y enfatizó que ese proceso implica "un modelo y legado", en particular para los países en vías de desarrollo.

De acuerdo con Giusto, "en pocos años China experimentó una revolución económica y social que no registra antecedentes, tanto por su velocidad como por la magnitud de los logros".

En entrevista con Xinhua, el experto y magíster en Políticas Públicas y docente universitario se refirió al 40 aniversario de la política de reforma y apertura de China, que se cumple este año, en un contexto en el que la gente espera que el país se abra más al resto del mundo luego de que se anunció "un nuevo patrón de apertura integral" en la Conferencia Central de Trabajo Económico que se realizó en diciembre de 2017 y que estableció las directrices.

"El proceso de reforma y apertura iniciado por Deng Xiaoping en 1978 ha sido uno de los mayores sucesos económicos de la historia de la humanidad. El proceso de reforma y apertura chino es uno de los principales modelos económicos de referencia a nivel mundial, habiendo eclipsado por sus impresionantes resultados a otros modelos de reforma llevados cabo en Oriente y Occidente", observó el también director de la consultora Diagnóstico Político.

Al abordar los logros de la política de reforma y apertura, Giusto señaló que "a través de la progresiva y minuciosamente planificada apertura de la economía, China logró la atracción de grandes capitales extranjeros para impulsar la industria y el comercio exterior".

"China se fue insertando en la economía global, básicamente, a través de la venta de manufacturas. De esa forma, logró equilibrar en pocos años su balanza comercial. China utilizó esos excedentes para ir modernizando su atrasada infraestructura económica, agregando cada vez más valor a sus productos", explicó.

Por otra parte, dijo, "se descolectivizó la agricultura y se otorgaron importantes incentivos a los productores, lo que disparó la producción agropecuaria y permitió sacar a millones de chinos de la pobreza extrema".

"También se permitió a los particulares crear empresas, lo que generó un gran dinamismo en la economía interna, siempre con el acompañamiento del Estado. En las últimas décadas la economía se siguió desregulando y privatizando de manera progresiva, haciéndose cada vez más eficiente", afirmó.

Para Giusto, como resultado, "China pasó de mero productor de manufacturas baratas en los '80 a ser hoy un gigante en producción de tecnología de punta y motor global en materia de innovación".

En las próximas sesiones anuales de sus principales órganos legislativo y de asesoría política, se espera que China dé a conocer algunos planes de acción para construir un "gran país socialista moderno".

Las primeras sesiones de la XIII Asamblea Popular Nacional y el XIII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), conocidas también como las "dos sesiones", están programadas para realizarse en marzo.

Las dos sesiones, a las que asistirán más de 5.000 legisladores y asesores políticos, serán la primera asamblea nacional después del anuncio en octubre pasado, durante el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), de un proyecto de dos pasos para que China se convierta en un "gran país socialista moderno".

De acuerdo con el proyecto, la modernización socialista se logrará básicamente de 2020 a 2035. A partir del año 2035 y hasta la mitad del siglo, China se convertirá en un gran país socialista moderno próspero, fuerte, democrático, avanzado culturalmente, armonioso y hermoso.

En ese marco, el experto argentino mencionó las oportunidades que representa a nivel global esta política de reforma y apertura de China: "Especialmente para los países en vía de desarrollo, el proceso de reforma y apertura constituye un importante legado y modelo. Su principal valor radica en que China le demostró al mundo que es posible, en pocos años, salir de la pobreza y el subdesarrollo, siempre que se apliquen políticas inteligentes en base a una consistente planificación y con mirada de largo plazo".

"Adoptar y sostener en el tiempo esa visión tan admirable de China es, justamente, la gran cuenta pendiente de los países latinoamericanos", remarcó el analista.