CARACAS, 7 mar (Xinhua) -- Movimientos y organizaciones sociales, partidos políticos, trabajadores y otros sectores políticos emitieron este miércoles una declaración conjunta expresando un apoyo contundente a Venezuela y su gobierno en el cierre del evento "Todos somos venezuela", efectuado en Caracas.
El evento en solidaridad con el proceso político liderado por el gobierno venezolano, se desarrolló durante los días 5, 6 y 7 de marzo y contó con la participación de cerca de 300 participantes de varios países del mundo.
En total se acreditaron en la actividad 116 delegados y delegadas de América Latina, 33 del Caribe, 48 participantes de América del Norte, 19 de Africa, 34 de Europa, y varios invitados especiales venezolanos.
Los asistentes al evento internacional manifestaron en el documento final conocido como "Declaración de Caracas" su "solidaridad y apoyo militante al pueblo venezolano" y al gobierno de esa nación suramericana.
Los participantes repudiaron lo que a su juicio es "la gravísima escalada de agresiones contra la democracia y la soberanía de Venezuela por parte del gobierno guerrerista de Donald Trump, los poderes corporativos globales y el aparato industrial militar del imperialismo estadounidense".
Para los movimientos sociales acreditados en el evento en Caracas, las fuerzas de la administración Trump "pretenden derrocar al gobierno legítimo de Venezuela, destruir el proyecto de democracia bolivariana y apropiarse de los recursos" de ese país.
"Denunciamos que esta operación contra Venezuela forma parte de una estrategia global de neocolonización de América Latina y el Caribe, que busca imponer a nuestros pueblos una nueva era de vasallaje y saqueo", expresó el manifiesto.
Además, la declaración final del encuentro internacional repudió "la amenaza de de una potencial intervención militar en Venezuela" por parte del gobierno estadounidense, al tiempo que alertaron "que dicha declaración no es mera charlatanería".
Denunciaron que "la opción militar contra la Revolución Bolivariana se encuentra dentro la estrategia y la doctrina geopolítica estadounidense" y manifestaron que, de concretarse una opción militar, el hecho "provocaría en la región una crisis de dimensiones históricas y de incuantificables e impredecibles efectos humanos, económicos y ecológicos".
La declaración final también rechazó las "unilaterales e ilegales sanciones del gobierno de EEUU y la Unión Europea contra el pueblo venezolano, que pretenden destruir su economía y doblegar su voluntad democrática (...) impidiéndole el acceso a alimentos, medicinas y bienes esenciales".
Condenaron lo que a su juicio fue el "sabotaje de EEUU al proceso de diálogo desarrollado en República Dominicana" y reiteraron la necesidad de reivindicar la no injerencia en los asuntos internos de los países.
Además, saludaron y apoyaron la convocatoria a las elecciones del 20 de mayo en esa nación suramericana, a la que calificaron como "absolutamente constitucional y legítima".