BEIJING, 8 mar (Xinhua) -- Varios países han sostenido que China les ha estado robando trabajos del sector manufacturero, pero los hechos apuntan en sentido contrario: China les está dando empleos.
China siempre ha acatado las reglas del comercio internacional, tanto en los tiempos en que estaba económicamente subdesarrollada como hoy día, cuando su economía es más vigorosa. En ambas situaciones ha optado por buscar con sus socios comerciales resultados mutuamente beneficiosos. Por ello, a medida que las empresas manufactureras chinas amplían su presencia global, emplean a cada vez más mano de obra local.
Un buen ejemplo es el del Grupo Fuyao, el principal fabricante chino de lunas de automóviles, que a fecha de noviembre del año pasado daba empleo a más de 2.000 trabajadores en una fábrica de casi 470.000 metros cuadrados en Moraine, Ohio (EE UU).
La fábrica de Fuyao, el mayor proyecto de inversión de China en la historia de Ohio, ha sido ampliamente aplaudida como un rayo de esperanza por la comunidad local, ya que el cierre de la planta de montaje de General Motors en 2008 acabó con miles de trabajos.
La compañía quiere continuar su expansión en Estados Unidos y espera que el número de empleos pueda aumentar por miles.
Las compañías chinas habían invertido más de 20.000 millones de dólares en nueve estados estadounidenses en las regiones del medio oeste hasta 2016, creando más de 45.000 puestos de trabajo, según la Cámara General de Comercio de China en Estados Unidos.
En América Latina, las empresas chinas crearon 1,8 millones de empleos entre 1995 y 2016, según datos publicados por la Organización Internacional del Trabajo. La inversión en sectores como la alimentación, las comunicaciones y las energías renovables ayudó a mejorar las infraestructuras y el consumo local.
Mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta en 2013, China ha estado creando empleo en países asiáticos, europeos y africanos, al tiempo que ha promovido las infraestructuras, el comercio y la conectividad financiera e interpersonal a lo largo de las antiguas rutas comerciales de la Ruta de la Seda y más allá.
Bajo el paraguas de la iniciativa, las empresas chinas han invertido unos 50.000 millones de dólares y ayudado a la construcción de 75 zonas de cooperación económica y comercial en 24 países, generando en el proceso más de 209.000 empleos al término de octubre de 2017, según el Ministerio de Comercio.
En el futuro es de esperar que las compañías chinas creen más trabajos en el ámbito global, ya que el primer ministro chino, Li Keqiang, dijo el lunes en un informe sobre la labor del gobierno que China incrementará la cooperación sobre capacidad industrial con otros países, lo que permitirá a la manufactura y los servicios chinos operar globalmente.
Aparte de crear trabajos en el extranjero, China también está atrayendo a mucho talento extranjero para que trabaje en su territorio para la modernización manufacturera del país, pues el sector de la alta tecnología ha alcanzado un aumento anual medio del 11,7 por ciento durante el último lustro.
Solo en 2016, 1.576 extranjeros de profesiones diversas obtuvieron la residencia permanente en China, un aumento del 163 por ciento desde el año anterior, según el Ministerio de Seguridad Pública.
El país buscará, sin duda, que más talento tanto chino como foráneo convierta al país en un líder del sector manufacturero, dados los planes del gobierno para promover el desarrollo de circuitos integrados, telecomunicaciones móviles 5G, motores de aviones, vehículos de nueva energía, nuevos materiales y fabricación de equipos, entre otros.