Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 8 mar (Xinhua) -- Bolivia se abre a la era del biocombustible con la producción de etanol mezclado con gasolina, gracias a lo cual el gobierno y el empresariado esperan múltiples ventajas para el sector cañero y el medioambiente.
También se prevé un ahorro de divisas, un aporte al crecimiento económico y la diversificación de la matriz energética.
El Ministerio de Hidrocarburos, la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, en presencia del presidente boliviano Evo Morales, suscribieron en la ciudad de Santa Cruz (este) un acuerdo para dar inicio a la producción de biocombustibles.
El presidente del empresariado privado de Santa Cruz, Luis Barbery, explicó a los periodistas que el propósito del programa "Bolivia en la era de los biocombustibles" es la producción de alcohol anhidro para ser mezclado, como aditivo, con la gasolina.
Además, Barbery dijo que se transformará la actividad cañera azucarera, se ampliará la capacidad de cultivos y se movilizará a toda la cadena productiva.
De acuerdo con Barbery, la producción se incrementará de 18.000 hectáreas de caña de azúcar a 155.000 hectáreas para 2025.
En este proyecto estratégico público-privado, se proyecta una inversión de al menos 1.600 millones de dólares para incorporar el etanol a la matriz energética de Bolivia en los próximos ocho años.
Según el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, con este proyecto Bolivia dejará de importar este año 80 millones de litros de gasolina y estiman producir 380 millones de litros hasta 2025.
"Incorporar etanol a la matriz energética significa impulsar la política de seguridad energética a través de una reducción gradual de importaciones", manifestó Sánchez.
Este año, los actores primarios e industriales del complejo azucarero estiman alcanzar una producción de, al menos, 80 millones de litros de alcohol anhidro, e invertir 100 millones de dólares en ampliación de la frontera agrícola cañera e implementación de plantas deshidratadoras.
Industriales del sector azucarero aseguran que están listos y que tienen las condiciones y la capacidad estática instalada para producir etanol.
El presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Reinaldo Díaz Salek, dijo que esta incursión a la producción de biocombustible es "importantísima" señal del gobierno para promover más inversiones en ampliación de cañaverales por parte de agricultores.
Además, afirmó que ayudará a los ingenios a ampliar la capacidad de deshidratación y almacenamiento del alcohol, para ser usado como aditivo en la gasolina y mejorar su octanaje.
"Esta actividad ayudará al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), y si a esta decisión sumamos la posibilidad del pleno uso de la biotecnología en el agro, Bolivia podría estar creciendo en breve a una tasa del 7 por ciento o más, con el gran desafío de triplicar la producción de alimentos hasta el año 2025", enfatizó.
Díaz Salek también destacó como virtuoso el hecho de que la producción de biocombustibles en el país puede llevar a disminuir el negativo impacto de la quema de combustibles fósiles sobre el medio ambiente y la biodiversidad.
Asimismo, manifestó que el alcohol anhidro beneficiará al usuario con una gasolina con mayor octanaje, y al medio ambiente por la menor emisión de gases de efecto invernadero.
Dijo que, de acuerdo al cálculo del empresariado, la producción de alcohol anhidro aportará un impacto positivo en el PIB de 0,2 por ciento en promedio, el PIB agrícola se incrementará 4 por ciento y el manufacturero 2 por ciento, sobre la base de la garantía del azúcar suficiente para el mercado interno.
Según el presidente del IBCE, entre los beneficios sociales está la creación de más de 12.000 empleos directos, la dinamización del agro y la economía, la captación de impuestos, el mayor rendimiento de la gasolina convencional, mejor funcionamiento de motores y prolongación de vida de los motorizados.
"Todo ello, con energía alternativa y renovable", enfatizó Díaz Salek.