BRASILIA, 13 mar (Xinhua) -- El consumidor brasileño aún está pesimista con la economía y considera que la actual situación es mala, según un informe divulgado hoy martes por el Servicio de Protección al Crédito (SPC) y la Confederación Nacional de Dirigentes de Tiendas (CNDL, siglas en portugués) de Brasil.
El indicador sumó 42,8 puntos en febrero anterior, valor por encima de los 41,4 registrados en igual mes del 2017, pero aún por debajo de los 50 puntos, lo que indica pesimismo.
En una escala de 0 a 100 puntos, valores por encima de 50 indican optimismo con la economía.
El índice tiene dos componentes: el indicador de condiciones y el indicador de expectativas actuales.
El indicador de condiciones, que muestra el escenario actual de la economía, alcanzó 32,4 puntos en febrero pasado.
El de expectativas, a su vez, que evalúa lo que los consumidores esperan para los próximos meses, sumó 53,2 puntos.
Según el reporte, el 74 por ciento de los brasileños evaluó la situación económica actual como mala, mientras que sólo el 4 por ciento la consideró óptima o buena.
Entre los que hicieron una evaluación negativa de la economía, la mayor parte citó el desempleo como principal razón para ello (64 por ciento), seguido por los altos precios (60 por ciento) y las altas tasas de interés (38 por ciento).
El presidente de la CNDL, José César da Costa, indicó que la recuperación de la confianza depende del aumento de los ingresos en los hogares.
"La consolidación del retorno de la confianza es una condición necesaria para la reanudación del consumo de las familias y de las inversiones entre los empresarios", dijo da Costa.
Consideró, no obstante, que "eso dependerá fundamentalmente del aumento de puestos de trabajo y mejoras reales de renta, después de un largo período de caída".
Entre el 39 por ciento de los entrevistados pesimistas con el futuro de la economía, el 66 por ciento señaló la corrupción como uno de los principales factores que obstaculizan el desempeño del país.
En segundo lugar apareció el desempleo, mencionado por el 46 por ciento, y la inflación fuera del control, por el 32 por ciento.
El 48 por ciento señaló el alto costo de la vida como el factor con más peso en la vida financiera familiar, mientras que el 21 por ciento citó el desempleo.