Por Victoria Argüello
BUENOS AIRES, 14 mar (Xinhua) -- La aplicación de aranceles anunciada por el gobierno de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio afectarán con fuerza al menos a 10 países, sin estar exenta Argentina, afirmaron especialistas argentinos.
Sostuvieron que la economía del país sudamericano tendría pérdidas de ingresos importantes a pesar a ser un incipiente exportador de estos materiales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el pasado 8 de marzo una proclama para imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y del 10 por ciento a las de aluminio.
El doctor en economía, Mariano Féliz, expresó en entrevista con Xinhua que la medida que Washington prevé aplicar tiene además consecuencias indirectas.
Entre estas consecuencias está "la reducción en empleo e ingresos", así como en "la demanda de insumos y maquinarias para dos industrias con peso significativo".
El también integrante del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) expuso que "a la pérdida de exportaciones argentinas a los Estados Unidos se suma el impacto provocado por el aumento de la competencia global en esas ramas".
Los impuestos planteados por Estados Unidos perjudicarían además a la industria argentina de tubos de acero para uso petrolero, así como a productos primarios de aluminio, que juntos representan para Argentina ingresos superiores a los 720 millones de dólares anuales.
"El conjunto de los productores del mundo buscarán descargar en otros mercados lo que no puedan vender en Estados Unidos, presionando a la baja de los precios y la rentabilidad, invadiendo mercados como el argentino", puntualizó el entrevistado.
La Cámara Argentina del Acero, que reúne al menos a seis de las industrias más importantes del país sudamericano, entre ellas al Grupo Techint, ha expresado su descontento con la decisión del gobierno de Estados Unidos.
La organización apoya también las gestiones que lleva a cabo el gobierno para que se exente a Argentina de dichos impuestos.
"Fuera de las presiones diplomáticas, hay poco que Argentina pueda hacer", expresó Féliz.
El entrevistado lo consideró de esta manera a pesar de que el gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, refuerce las negociaciones y ofrezca beneficios a empresas estadounidenses, así como eventuales concesiones a nivel militar o geopolítico.
"Es difícil que Estados Unidos ceda frente a las demandas argentinas. Tal vez, por el limitado peso del comercio argentino en la economía norteamericana, ellos cedan a cambio de otros beneficios diplomáticos como los mencionados", refirió.
En la actualidad, el 0,6 por ciento de las importaciones de acero por parte de Estados Unidos proviene de Argentina, así como el 2,3 por ciento de las compras de aluminio, según la cancillería argentina.
"Los trabajadores metalúrgicos son parte de la base de sustentación del gobierno de Trump, los WASP (personas anglosajonas blancas)", que han votado por su gobierno en "rechazo a las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores", expresó Féliz.
Agregó que "el proteccionismo no resolverá el problema, pero en un año electoral aparece como una medida favorable al pueblo trabajador".
"El gobierno de Trump está decidido a privilegiar la política doméstica por sobre una estrategia que reubique a los Estados Unidos como potencia promotora de la globalización neoliberal, como en el pasado", dijo el doctor en economía.
Expertos argentinos consideran también que pueden existir razones electorales detrás del anuncio de Trump, el cual incluso afectaría a bloques aliados como la Unión Europea (UE), el segundo mayor exportador de acero a Estados Unidos.
El coordinador del Departamento de Economía del Centro Cultural de la Cooperación, el economista Martín Burgos, expresó en ese sentido que Trump toma medidas proteccionistas "porque construyó su programa electoral con tales propuestas".
"Es difícil pensar en soluciones positivas para la Argentina, luego de los antecedentes del limón y el biodiésel. Más bien parece ser un vuelco en la política comercial estadounidense a la cual hay que adaptarse", manifestó Burgos a Xinhua.
Para ambos economistas, Estados Unidos difícilmente pueda ceder ante presiones eventuales de otros países, aunque éstas incluyan a la propia UE que forma parte del Grupo de los Veinte (G20).
Se prevé que el tema de los aranceles al acero y al aluminio sea abordado en la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20, a efectuarse la próxima semana en Buenos Aires.